Gestionar un país no es difícil, de verdad que no, tan solo hay que tener sentido común y no hacer políticas de cara a la galería hipotecando el futuro.
Imaginad una familia que consistiera en un padre y una madre, 6 hijos y el abuelo que también vive en casa con ellos.
Ambos padres trabajan a tiempo completo. Los dos hijos mayores tambien aportan su granito de arena, uno impartiendo clases particulares cuando sale de la universidad y el otro cuida los niños de los vecinos algunos fines de semana. El abuelo tiene una paguita que comparte con su hija y yerno.
Los padres ingresan 3.000 € cada uno. El abuelo aporta sus 800 € y los dos mayores 200 € cada uno. Total de ingresos familiares 8.200 €.
Los gastos generales entre alquiler de la casa, seguros, luz, agua, garaje, gasolina, colegios, ropa y comida, ascienden a 7.000 € mensuales.
Hay varios gastos extra mensuales que suelen rondar los 1.000 € al mes (actividades de los niños, los vicios del abuelo, el yoga de la madre, el gimnasio del padre, algunas salidas a cenar del matrimonio, y demás extras indeterminados).
La economía va justa, pero se llega a fin de mes.
La economía de esta familia, a grandes rasgos, puede equipararse a la economía de un país. Hay que gestionarla en función del equilibrio entre gastos e ingresos.
¿Que ocurriría en esa familia si un mes los gastos superasen a los ingresos?, pues que si no tienen ahorros, tendrían que pedir dinero prestado al banco.
Cuando eso ocurre en el estado, se denomina déficit público y genera una deuda pública. Entiendo que hasta aquí todos estamos de acuerdo, ¿verdad?
Bien, imaginad ahora que la familia, en conjunto, decidiera reunirse todos mensualmente y elaborar de consenso el presupuesto mensual de gastos, en lugar de como hasta ahora que lo hacían sólo los padres. Serían los presupuestos generales del estado.
Los padres, que quieren hacer participes a los hijos y al abuelo, dan igual poder a todos, incluidos los 3 mas pequeños y que nunca han aportado un euro a las arcas familiares, a la hora de votar los presupuestos.
Cada uno propone y sumando las propuestas de cada uno el presupuesto total asciende a 9.000 €.
En realidad todos los que aportan (abuelo, matrimonio y los 2 hijos mayores), han propuesto los mismos gastos que tenían mensualmente, la diferencia radica en que los 3 menores, han decidido que quieren gastar 400 € mensuales en videojuegos, 200 € en chucherías y 400 € en ropa deportiva de marca cada mes.
Se debate en la mesa del salón (congreso) y los menores que no trabajan (parados, receptores de paguitas, menas y asimilados) exigen ser tratados como el resto de miembros de la familia , con los mismos privilegios que sus progenitores, trabajen o no. Ellos también quieren gastar en lo que les apetece ya que son miembros de la familia y lo merecen.
Si se acepta la propuesta se crearía un déficit mensual de 800 € (déficit publico), pero no hay problema porque el padre pedirá un préstamo por 9.600 € (deuda publica) para hacer frente a estos nuevos gastos.
Como es lógico, este préstamo (deuda publica) genera unos intereses, pero tampoco es problema ya que los incluirán en el préstamo que pediran el año siguiente (incrementamos de nuevo el déficit público y la deuda publica).
Tras unos años protestando e incrementando su deuda con el banco, el padre (trabajador asalariado) protesta y dice que el plan ya es inviable y que les llevará a todos a la ruina, pero los menores se rebelan y dicen que no están dispuestos a perder los privilegios adquiridos.
Los padres se quejan porque son los que más trabajan y los que más aportan, pero a los menores se les ocurre una idea, el tercero de los hijos cuidará de sus 2 hermanos menores, (y cobrará a los padres un sueldo por ello) y los 2 mas pequeños harán su cama y también recibirán un salario por ello (funcionarios), y así todos tendrán un sueldo y como con el nuevo sistema también aportan, además de los 1.000 € que ya se estaban gastando sin trabajar, como ahora cobrarán un sueldo (de los propios padres), van a aumentar su presupuesto de gasto hasta los 1.500 € (generación de empleo usando salarios públicos, que no se pagan desde el esfuerzo privado, sino desde los impuestos de todos, por lo que no incrementan los ingresos sino los gastos y la deuda pública).
Los padres, que no tienen mucha idea de economía aceptan la propuesta y ese año, a pesar de que hay 3 miembros más de la familia "trabajando", el préstamo a pedir al banco es mucho mayor que el año anterior, ya que el salario de los 3 pequeños sale del salario de los propios padres, con lo que la deuda familiar aumenta aún más deprisa que antes.
En estas, al mediano se le ocurre meter en casa a Mohamed, un amigo moro que ha conocido esa misma tarde y que le da pena esté pasándolo mal en su casa (inmigración), por lo que los padres protestan. Coño, que no nos llega para nosotros, vamos a meter a uno más en casa.
Papá, hay que ser solidario (votante tipo de podemos).
Mohamed, visto el percal demanda también cobrar por estar en casa, el ni siquiera va a hacer su cama, ya recibe comida y techo gratis, pero no le parece suficiente (paguitas de inmigración) y como detecta que los padres son unos parguelas, por pedir que no quede.
Los padres, desesperados, dicen que ok, y el presupuesto sigue subiendo, al igual que la deuda, aunque los ingresos son los mismos de siempre.
Una mañana, la madre comenta con desdén que ha sido despedida del trabajo y la familia se reúne para analizar la nueva situación, ya que los ingresos van a disminuir drasticamente a partir de ahora (pandemia y paro). Como no tienen mucha idea de economía, invitan a varios amigos para analizar sus diferentes propuestas para reconducir la economía (diferentes políticas económicas para solucionar la crisis).
El primer amigo, tras analizar la situación propone lo siguiente.
El problema es que hay muchos miembros de la familia que no aportan suficientes ingresos. El padre tiene que pagar un poco más a los 3 hijos pequeños y al moro (incrementar las ayudas sociales), así los ingresos familiares subirán (política socialista de Pedro Sánchez).
El segundo amigo propone que la solución está en, además de lo anterior, que el padre, que además es que tiene más posibilidades de trabajar por su mayor formación, busque un segundo trabajo que le genere más ingresos (cargar todo sobre la clase trabajadora que es la que más gana) y, además, al trabajar más horas no tendrá tiempo ni ganas de salir a cenar fuera, lo que disminuirá los gastos (asfixiar a la clase trabajadora). También cree que lo justo sería que los 2 hermanos mayores dejasen de estudiar para generar más ingresos y que así los hermanos menores tuvieran menos carencias (explotación de los trabajadores para poder repartir entre los que no aportan al sistema, que es la base del comunismo y las políticas de Podemos).
El tercer amigo invitado propone lo siguiente. Que la madre que ha perdido el trabajo busque activamente un nuevo empleo para que la situación vuelva a estar como antes y con ello se equilibrarían de nuevo las finanzas familiares, aunque la deuda siga aumentando año tras año, pero eso podría ser solucionado con un préstamo algo mayor, aunque equilibrado al nivel de ingresos. (Políticas del PP).
El último de los amigos no da crédito a lo que escucha y propone que la solución está en dejar de comprar las chuches, los videojuegos y la ropa deportiva de los menores, echar al moro de casa y mandarlo con su familia, que la madre consiga un trabajo, pero que mientras tanto eso se produce, ajusten los gastos al mínimo para que puedan ser cubiertos con los ingresos. Incluso plantea la opción de cambiarse a una casa con un alquiler más barato. El objetivo es que vivan de acuerdo a sus ingresos y que sobre esos ingresos planifiquen sus gastos (propuestas de Vox de reducir el gasto público, cargos públicos, políticos y paguitas a trocha y moche).
Los gritos del moro y los 3 hermanos menores se escuchaban varias manzanas a la redonda. Racista, chuloputas y ultraderechista eran los adjetivos más pronunciados por los menores y el moro acogido.
Los padres lloraron de la emoción porque esta última propuesta les parecía la más lógica, pero no sabían si tendrían fuerza para convencer a los más pequeños, que no estaban dispuestos a perder aquello que llevaban tiempo recibiendo completamente gratis y sin realizar el más mínimo esfuerzo. Además gritaban mucho.
Esto es lo que está ocurriendo actualmente en España y la solución es tan sencilla como aplicar políticas que disminuyan el gasto publico y las ayudas sociales.
Claro, siempre que no seas uno de los 3 hermanos pequeños o el moro.