Yo trabajaba en el Congreso en aquella época. Cuando salí de mi casa no había pasado nada, y al entrar al departamento de TV estaba todo el mundo arremolinado alrededor de los monitores viendo cómo se había estrellado el primero y me dijeron que se había estrellado un avión contra una de las Torres Gemelas. Me asomé a mirar y tal y luego ya fui a hacer mis cosas y preparar el material; cuando terminé y volví a pasar por ahí me dijeron "otro, otro, se ha estrellado otro en la otra". Luego fui a currar a mi lugar habitual, el pasillo del hemiciclo. Todo el mundo andaba revolucionao, y se hablaba ya de un atentado y de si se iba a suspender el pleno del día por ello o no. Los diputados estaban todavía menos interesados en el pleno que de costumbre porque estaban más a ver qué pasaba que a lo que tenían que estar, así que si de normal bajan de sus despachos o del bar, votan y se vuelven a ir, esta vez lo hacían con más velocidad, y el que tenía que quedarse por la razón que fuera en vez de estar en su escaño se salía al pasillo a seguir la cosa en los monitores. El día transcurrió así, entre rumores de suspensión del pleno, rumores de declaraciones institucionales serísimas, rumores de cosas y todo el mundo pegado a los monitores, pero no pasó nada más. Por la noche, me acuerdo perfectamente, había un Madrid-Roma de Champions que también hablaban de suspender y que afortunadamente no se suspendió porque al final ganó el Madrid 2 a 1, goles de José María Gutiérrez "Guti" y de Figo. Gran partido se marcó el rubio canterano madridista.
Lo más espeluznante del 11 S, lo más acojonante de todo, lo que más me conmueve de ese hecho, es que hace VEINTE AÑOS y parece que fue ayer. Cómo se escapa el tiempo entre los dedos, cómo pasa que vuela, cómo nos hacemos mayores y cómo los recuerdos que nos parecen frescos y cercanos son de hace veinte años, y quién nos diera a cualquiera de nosotros la oportunidad de retroceder esos veinte años y vivirlos de nuevo. Sic transit gloria mundi.