copio y pego de www.halondisparado.com
Sí, me dirijo al subnormal que, a bordo de un Hyundai Coupé (no podía ser otro), acabó con la vida de cinco personas en un accidente de tráfico. Incluyendo a su propia madre. Pero en realidad, me dirijo a los muchos imbéciles como él que circulan por nuestras carreteras, y que todavía no han matado a nadie. Todavía. Así que cuando me refiera a él, aludo y quiero que se den por aludidos, todos los demás:
-Fernando Alonso es el mejor piloto de Formula 1 del mundo. Tú no. Tú eres un “pringao”, una medianía que no sabría ni arrancar un bólido de esos, sin calarlo.
-Fernando Alonso gana millones de euros al año por ser el mejor. Tú serás un mileurista, o un especulador forrado, pero no eres el mejor conductor del mundo. Ni siquiera eres conductor.
-Fernando Alonso conduce un Renault R-26, un monstruo de setecientos cincuenta caballos de potencia, diseñado a medida para él. Tú, lo más parecido que conduces, es un Clío. Por lo de Renault, digo.
-Fernando Alonso cobra muchísima pasta por lucir marcas en su ropa. Tú pagas por llevarlas.
-Los aditamentos aerodinámicos del coche de Fernando Alonso han sido cuidadosamente diseñados para mejorar su rendimiento y “pegarlo” al suelo. El alerón XXL que le has puesto a tu Seat Córdoba de tracción delantera, lo más probable es que te haga volar por los aires. Pregunta a un ingeniero.
-Fernando Alonso escucha las instrucciones de sus ingenieros a través de un sistema de telecomunicaciones integrado en su casco, que vale más de lo que puedas ganar en un año. Tú conduces con una mano, mientras sostienes el móvil (que pillaste con puntos) en la otra.
¿Ya te he bajado el ego lo suficiente? Eso espero. Porque las diferencias verdaderamente importantes, vienen ahora.
-Fernando Alonso pilota. Tú circulas. Eso significa que él va por un circuito, prácticamente solo, y adelanta sin problemas. Tú compartes la vía con mucha más gente. Para empezar, con los que vienen en sentido contrario por el otro carril.
-Si Fernando Alonso pierde el control, se estampará contra una hilera de balas de paja, o de neumáticos, y probablemente salga ileso. A ti, te saltará el “airbag”, y es posible que el volante se te incruste en el esternón, porque no llevabas el cinturón puesto.
-Si Fernado Alonso tiene un accidente, como mucho se matará él. Pero lo sabe, y lo asume. Tú, como puedes ver, has acabado con la vida de cuatro inocentes y de tu madre, y nunca pensaste que te pudiera pasar a ti. A tu madre, por cierto, la separo del resto, porque mucho de inocente no tenía, si te dejó conducir sin carnet.
Así que propongo a la DGT que se deje de milongas en los anuncios, y que adopte un eslogan más apropiado y realista:
“Tu vida nos importa una mierda,* pero por lo menos, mátate tú solo”
* No hay más que ver el estado de algunas carreteras