No estás en el tomate, no te enteras de ná, estás desactualizado.
En el feminismo hay dos corrientes al respecto: las que consideran que un shemalote ES una mujer y las que consideran que NO es una mujer, sino otra cosa, que mujeres, mujeres, son lo que tú y yo entendemos por mujeres. Estas últimas dicen que si se acepta como mujer a todo aquel que diga que lo es, entonces ya no hay quien distinga a las mujeres de los hombres y entonces toda su lucha por las mujeres es vana porque todos de repente podemos ser mujer, ergo ya nadie es mujer, o todas lo son, y se hace tabla rasa y a tomar por culo todo porque todo el mundo se puede poner en la posición de víctima. A estas, las de la otra corriente las llaman TERF (trans-exclusionary radical feminist), incluso se da el caso de que aquí en España una feminista le insulte a otra llamándole TERF, en plan "Terf, que eres una terf, me cago en tó, pedazo de terf de mierda" (
). La otra corriente defiende que mujeres son las mujeres y las que digan ser mujeres. De puro moderno, de puro inclusivo, de puro ansia por abarcar, se pasan el juego y vuelven a la casilla de salida, y, claro ¡cómo va a ser posible que no sea inclusivo!¡Tiene que incluir a todos!
En fin, putapénico a más no poder todo. Esta puta ideología ya ha perdido el norte y se pisa el babi ella sola y con tanto aglutinar mierdas identitarias ya no saben ni qué son. Lo mejor, lo más divertido, es que están en el gobierno y sus putas peleas intestinas ideológicas de zumbadas abducidas nos las van a dar de comer a todos en forma de ley.