Ni se entera no se quiere enterar que es lo peor. Siempre va con el insulto. Este es de los que están metidos en un habitación como el pc todo el día, y no tienen habilidades sociales
Tengo más calle que tú como de aquí a Lima, y no me he quedado con la primera que me hizo casito. Me gano la vida bastante bien con mis habilidades sociales, además. Gracias por preocuparte por mi situación, pero no sigas por el camino de adivino que no se te da nada bien.
Catorce meses sin follar, ojito, catorce meses. Catorce meses, que se dice pronto. Catorce meses oyendo "es que estoy cansada" y agachando la cabeza y diciendo "bueno, vale", sin rechistar.
Pero es que te ha dicho un amigo abogado que está Irene Montero de ministra (porque su opinión es la ley) y te ha dicho la mujer que va a pedirle dinero por hijo, y tiene al puto subnormal del "el gobierno no puede cerrar una .com sólo una .es" diciendo que el juez le va a dar a ella lo que pida o más, y te crees que la sentencia ya está dictada, y no es así.
Mejor aguantar no catorce, sino ciento cuarenta meses o doscientos meses más de desprecio y recochineo y tirar tu vida entera sin que puedas luego recuperarla. Que es que ella pide equis y se lo van a dar si o sí, o más. No puede ser que no. Miremos para otro lado y no veamos nuestra vida irse por el sumidero poco a poco.
Que yo entiendo que es duro que te pongan el espejo enfrente y veas en él reflejada tu situación. Que yo entiendo que es jodido que te digan las cosas y que se te pone un nudo en la garganta. Que yo entiendo que cuando ahora alguien te dice que a quién se le ocurre casarse en gananciales y todas esas cosas pues te dé rabia. Que es más fácil ponerse las anteojeras y tirar para adelante como un burro atado a una noria, sin pensar, que coger y arriesgarse a meterse en una pelea en la que puedes ganar.
Te vas a acabar separando de todas formas. Ahora, en cinco años o en diez o cuando se vayan tus hijos de casa, te vas a acabar separando. Hazlo cuanto antes, amigo mío, porque ahora igual te sale más caro, pero aún estás a tiempo de rehacer tu vida, aún eres joven. Como tengas sesenta años cuando te separes, a ver cómo la rehaces.
Ve a un puto abogado. A uno de verdad. A uno que no te diga que la resolución de tu juicio depende de quién sea ministra. Paga, entonces tendrás abogado, no antes. Expón tu situación. Dile que quieres la compartida. Pregúntale qué necesitas, qué datos tienes que recopilar, qué requisitos tienes que cumplir. Cuéntale cosas como lo de los catorce meses. Cuéntale lo que pides. Que te aconseje qué hacer. No le digas nada a tu mujer. Prepárate el terreno. Sé más listo que ella. Adelántate a sus movimientos, hazlos tú primero. Que la demanda le sorprenda, que no pueda contraatacar con denuncias falsas ni mierdas. No des lugar a que mañana te presente ella esa demanda porque entonces sí que te va a ir con denuncias que te van a joder vivo. Da tú primero el golpe. Tu matrimonio está roto, no se puede salvar. Toca salvar tu vida sin perjudicar a tus hijos. Y si tu situación económica es similar a la de tu mujer, si tu mujer gana más o menos lo que tú y ambos tenéis lo mismo puedes hacerlo si lo planeas todo bien. Ahora bien, si tú ganas mil doscientos y ella no trabaja, o si dejó el trabajo para cuidar de los niños, o si ella gana seiscientos euros trabajando a media jornada, estás jodido porque te va a tocar pagar. Pero si no, si estáis parejos, merece la pena intentarlo. Es tu vida la que está en juego. No la tires por la borda al lado de quien te desprecia.
¿Que no porque blabla? Pues muy bien. Cuando tengas sesenta años y os separéis porque ya para qué vais a seguir juntos y te veas igualmente en la calle, rehaces tu vida entonces. Si prefieres no divorciarte estarás eligiendo tirar tu vida por la borda. La frase de Churchill que te dije ayer se te puede aplicar perfectísimamente. Te dieron a elegir entre deshonor y la guerra... elegiste el deshonor, y ahora tendrás la guerra. Sólo entrando en la guerra ahora puedes ganar. Si no, vas a perder, y luego vas a tener la guerra igualmente.
Como comprenderás a mí no me va nada en tu vida. Yo sólo aporto un punto de vista que igual nadie te ha dicho, uno que igual no es fácil de adoptar. Supongo que la gente, cobarde y timorata, te andará diciendo que aguantes. Alguien te tenía que decir que no lo hagas. He sido yo, como podría haber sido cualquier otro. Tú verás. Elige entre deshonor y guerra.