Pablo Motos es ese media mierda que se esfuerza en mejorar, en aprender y en hacer que su vida sea chachi guay, porque así lo ha leído en algún libro, o se ha caído del puto triciclo y ha visto la luz.
Lo ves, y sabes que siempre será ese media mierda, lo lleva escrito en la cara. Es carne de colleja, pero lo ha conseguido. Ha conseguido escapar y que su farsa parezca casi real, y eso no puede tolerarse. Eso, dan ganas de que fracase, sea humillado y sufra. Y vuelva al lugar al que pertenece.
El Mago Calvo Gilipollas y el Piedrahita son otros dos a los que en el cole, o en un internado, torturaríamos sin piedad ni remordimientos por ensuciar nuestras vidas y el planeta con su presencia. No podemos hacerlo, y encima salen por la tele y se lo llevan crudo. Hijos de puta.
El programa tiene como target a los dictadores ninios -todos en la clase media, hoy en día-, y por eso acaba siendo una puta mierda. Como todo con la etiqueta "familiar". Es para retrasados mentales.
Yo no quiero matar a Pablo Motos. Quiero que fracase y sufra.