¿A quién cojones se le puede ocurrir lanzar cosas desde un séptimo piso poniendo en riesgo la vida de la gente?
Evidentemente a ellas, las amigas de la novia. No les valía que les invitaran a una fiesta con todo pagao, no tuvieran que ayudar a limpiar, ponernos cachondos para luego irse a follar con los malotes mayores, no...
Tenían que tirar media vajilla por la ventana de un séptimo piso.
Menudas chonarras de mierda deberían ser esas...
Ya si eso contaré otras historias como el compañero que tenía que se ponía hasta el culo de droga y se iba a la calle con una foto de marta del castillo a parar los coches de la calle y preguntar a los conductores si habían visto a la chavala
Me ha partido la caja leyendo esto, debo haber despertado a medio hotel.
Pues 3 meses antes de conseguir mi actual cúbil. Unos amigos vivían en un piso ENORME y tenían dos habitaciones libres. Me invitaron y allí que fui. Dos de ellos eran amigos míos de mucho tiempo y luego otro que era amigo de un amigo mío pero ya lo conocía. Con la convivencia se destapan todas las mierdas y compruebas lo que sueles pensar de alguien.
En fin, este piso era como el piso de Big Bang Theory. Salvo el indio teníamos un Leonard, un Howard y un Sheldon. Sí, un Sheldon. El conocido mío. Un puto asperger amante del orden y la rutina. Que tenía cosas como acomodarle las llaves a cada uno que llegaba: "Las llaves van aquí" y las colgaba en unos ganchitos y las ponía siempre de la misma manera. No sé si llegaba a usar un calibre o algo pero siempre las dejaba igual. En la cocina, enorme por cierto, teníamos dos neveras. Una para cada dos personas y este tío, no es coña, tenía toda su comida y bebida etiquetada y contabilizada. Llevaba una libretita negra para apuntar cuantas lonchas de jamón o queso tenía. Recuerdo que el equivalente de Howard un día le robó un par de lonchas de queso y la que montó el otro. Otra cosa de este tío era el tema de la rutina: "Los viernes es noche de jugar a rol y pizza" y todos los putos viernes irremediablemente el piso se llenaba de otra media docena de frikis para jugar al rol con dados de ochenta caras y pedían un gazillón de pizzas. Yo era el único que no participaba ya que nunca me gustó esa mierda así que me iba por ahí que habría quedado con alguna badulera y más de una vez llegué al piso con una torda y aquellos jugando mirándome con cara de sorpresa y envidia. Pese a que alguna que otra no era precisamente un bellezón.
El equivalente de Leonard era el tipo más medido. Friki pero al menos con sentido común y era el que llevaba algo así como el día a día del asunto. Poco malo o escabroso se puede contar de él.
El equivalente de Howard era un amiguete que fue dejarlo con la novia, irse a vivir al piso y convertirse en un redomado imbécil con ínfulas de gran ligón. Ya hablé de él varias veces puesto que cuando salíamos este le tiraba la ficha a todo con la matadora frase de "Eres una chica muy simpática, ¿tienes Facebook?" y más de una vez tuve que salvarlo de algún novio dispuesto a saltarle los dientes. Generalmente aduciendo un accidente y que había quedado tarado. Su habitación era el agujero más oscuro y pútrido de Mordor. Al salir del trabajo iba al gimnasio porque claro, estando soltero y esperando ligar iba a mazarse. Al llegar, tiraba toda su ropa sudada, se ponía pijama y a jugar a la play o dedicarle horas al Badoo, Pof, Lovoo y similares todo al mismo tiempo. Sin ducharse ni nada, y no importaban los reclamos de Sheldon sobre su higiene personal y el tufo que emanaba de su habitación. Él a su bola. De más está decir que el hijoputa no lavaba su ropa del gimnasio, según él para poder entrenar más duro como espartano de verdad (¿?)
Al mes de estar con ellos una conocida mía, una perroflauta que se dedicaba a animar o bien fiestas perroflauteras, indepes o pijas, con su espectáculo danzante y escupefuego, me dice que necesita un refugio porque donde estaba, un piso con otros perroflautas, no aguantaba más y necesitaba cambio de aires. Le dije del piso pero le advertí que esto era Big Bang Theory, se lo tomó en broma y vino a vivir al piso. Así que ella se convirtió en Penny. El asperger la ignoraba, sexualmente hablando, y era cordial con ella. El equivalente de Leonard estaba secretamente loco por ella pero no se animaba a mover ficha. El otro no paraba de acosarla. Hoy en día se hubiera comido una denuncia o varias. Su habitación, como no podía ser de otra forma, era igual que el piso de Penny. Ropa por todos lados, cleenex usados en el suelo, latas de coca cola vacías, tangas en el suelo que seguramente el otro usó para hacerse pajotes y un caos general. Por no hablar de que cada vez que iba al baño dejaba una peste que no se iba con nada ya que siendo vegetariana los ñordos que soltaba eran tremendamente pestilentes. El único que se la folló, que yo sepa, fui yo. Ya me la había follado antes y un domingo por la tarde, los dos solos en el piso y aburridos pues una cosa llevó a la otra.
Como he dicho antes, a los tres meses encontré mi actual cueva y me despedí de todos ellos. La perroflauta creo que se fue al mes siguiente porque había encontrado novio y se fue a vivir con él. El resto vivieron juntos por varios años hasta que la vida terminó llevándolos por diversos derroteros.