Maravillosos hilo que ha traido ami mente los gloriosos años del bachillerato.... estudie en la carcel porlier, actual colegio calasancio de las escuelas pintas, y recuerdo que fueron las años mas loleantes y mnenos productivos de mi vida... cuando cursaba el primero de bachiller eramos demasiados en clase, alrededor de 40, hubo un año el de tercero que llegamos a 47, y teniamos una sana comstumbre entre clase y clase, era jugar al pulua, contaccion gramatica de todos a por lua, que era un chavalito repetidor, simpatico como ninguno, que se sentaba al final de la clase... cuando el profesor, profesora salia del aula, todos al grito de pulua saliamos corriendo hacia el, aprisionandole en la esquina y haciendo el mencionado bollo, explicado en anteriores posts... en una ocasion, de la que trata la historia propiamente dicha... hubo tal tumulto, originado por alumnos de otras clases, que al olor del cachondeo se unian, llegando en ocasiones a 60 miembros en comunion, que las mesas empezaron a caer como fichas de domino, causando tal estruendo que jefe de estudios coordinador y diversos profesores llegaron raudos pensando en una desgracia, desgracia si, pero para lua, que a partir de ese dia tuvo que salir de clase, todas las veces cuando salia el profesor, acabando de golpe con curiosa tradicion que nadie recordaba su origen.
Tambien fue mitica la entrada de alumnos a mitad de curso... este colegio, el cual era de pago, tenia la sana costumbre de admitir alumnos a mitad de ciurso, independientemente si tenian expediente bueno o no, solo contaba la carta de presentacion de su padre, tuve como compañeros a ilustres hijos... el hjo del ministro moscoso... veridico, hubo un ministro llamado moscoso, pero el mas singular fue un extremeño del cual no recuerdo el nombre... corrian los procelosos años 85-86 y el profesor que teniamos de latin, el padre peña, que daba mucha pena, era el hazmereir del bachiller, corria la leyenda urbana, la cual decia que se colaba gente de fuera del colegio en sus clases, para reventarlas, y cuando en el mes de diciembre aparece el extremeño, todo verguenza.... le vio el padre peña, y le pregunto con tono arsco... y usted de donde viene?... el extremaño, rojo como un tomate... no sabia que decir y con lagrimas en lo ojos lo unico que artuculo fue un..... de merida... el descojone fue tal, que el prefecto, llamado padre brutus, entro en menos de 20 segundos... total, perdi tres años de mi vida, pero conoci gente y momentos inolvidables...