Mis primeras experiencias se remontan a mediados de los 90, cuando nuestra única fuente era el Diario de León. Aquello si que era investigación sobre el terreno.
Ya de aquella estaban el piso de Álvaro Lopez Nuñez, y la Casa Vicki en la zona de Nocedo, que siguen en la actualidad.
De aquellos años guardo un muy buen recuerdo de una mulata dominicana, con unas tetas impresionantes, que tenía un piso la calle San Juan, y que le gustaba jugar con leche condensada, te embadurnaba todo y se embadurnaba ella y a merendar. Creo que alguno la retiró del oficio, porque la he visto por León con un paisano y una cría.
Recuerdo haber toreado en sitios cutrísimos, una casa baja al lado de la Iglesia de San Pedro, que la regentaba una vieja gorda, otro cuchitril en una calleja del Espolón...
Un piso donde tuve varias experiencias y alguna de muy buen recuerdo fue el del edificio de tráfico, en Ordoño. Me topé una vez con una asturiana con gafas que su empeño era que se la metiera por el culo. La dio por ahí... (como encajaba la carbona).
Ya en el siglo XXI la mejor experiencia, sin duda, con los tríos con las chavalas asturianas. Yo creo que en estas se mezclaba el vicio y pasarse un fin de semana por aquí zorreando, más que el negocio. Memorables los juegos con los ojos vendados, adivinando cual de las dos me la estaba chupando,follarse a la morena mientras le comía el coño a la rubia y ellas se comían la boca... buff, me pongo malísimo de recordarlo. Con estas no había tiempo, podías estar un par de horas tranquilamente que no te metían ninguna prisa. Por cierto, la primera vez que estuvieron por aquí fue en 2012, y los dos correos que tenía de ellos, no contestan.