Hoy, en un ejercicio de masoquismo extremo, me he puesto a releer el “
Manual de estilo sobre minorías étnicas del Colegio de Periodistas de Cataluña”. Y aunque no es desde luego una noticia de última hora, me he decidido a dedicarle unas líneas porque sigue siendo un tema de actualidad al estar siendo aplicado en la mayoría de los medios de comunicación, y desde luego no solo en Cataluña sino a nivel nacional, algo que no es de extrañar si tenemos en cuenta que dicho manual ha contado desde su edición con las bendiciones, apoyo y promoción de sindicatos como UGT y de ministerios como el de Trabajo y el de Educación (
Aula Intercultural).
Reproducir aquí dicho pasquín (quiero decir manual de estilo) sería demasiado largo, pero en resúmen anima a no ofrecer a la opinión pública parte de la información de una noticia, en concreto la parte que se refiere al grupo étnico y nacionalidad del protagonista de la misma, siempre que la noticia sea negativa.
Dice textualmente: “
No hay que incluir el grupo étnico, el color de la piel, el país de origen, la religión o la cultura si no es estrictamente necesario para la comprensión global de la noticia”, y la excusa esgrimida es la de “
no perjudicar la imagen de todo un colectivo por acciones individuales, en este caso el colectivo de residentes extranjeros no comunitarios”.
No contentos los autores de este manual de estilo con incitar abiertamente a ocultar una parte de la información animan a buscar información de carácter positivo relacionadas con el colectivo de inmigrantes no comunitarios para mejorar la percepción que la sociedad tiene de ellos.
Cita: “
Hay que potenciar la búsqueda de noticias positivas”.
¡¡Bravo!! Ahora resulta que el trabajo de la prensa española es el hacer de asesores de imagen de los inmigrantes.
Por si alguien tiene la más mínima duda de cuál es el objetivo perseguido por este manual resaltaré un último párrafo especialmente deleznable:
"Militancia periodística: hacia una multi-interculturidad enriquecedora para todos. La potenciación de las informaciones en positivo.
La influencia de los medios de comunicación en la visión que la sociedad tiene de la realidad, obliga al profesional de la información a un compromiso más firme en la tarea de reflejar el sentido positivo de la multi-interculturalidad”.
Sorprendentemente esto no ha despertado ningún tipo de reacción, al menos ninguna reacción a la altura de la gravedad de lo expuesto en dicho manual. Definitivamente parece que el PPSOE ha conseguido adormecer a la sociedad dejándola absolutamente indefensa y sin capacidad de reacción, aún frente a la más abierta y desvergonzada manipulación de la información por parte de la plutocracia del bipartidismo.
¿Por qué entonces no empezar a ocultar la afiliación política de cargos públicos detenidos por corrupción y evitar así que las acciones individuales perjudiquen la imagen de todo el colectivo de personas que militan en dicho partido?.
Con la misma excusa deberíamos omitir divulgar a qué equipo pertenecen los seguidores radicales que protagonizan incidentes en un encuentro deportivo, no sea que deterioremos la imagen de todos los socios de dicho club.
No sería muy difícil imaginar la virulenta reacción del colectivo feminista si un manual exáctamente igual a éste, y persiguiendo el noble fin de no criminalizar a la mitad de la población por motivo de genero, animara abiertamente a que cuando alguien terminara con la vida de su pareja se ocultara el sexo de la víctima y del agresor. Aunque claro que esto ya se ha hecho para los treinta hombres asesinados por sus mujeres durante el año pasado.
O por qué no dejar de mencionar que los que protagonizan, cada vez con más frecuencia, incidentes violentos y poco democráticos en las facultades españolas impidiendo y boicoteando conferencias son izquierdistas y así no criminalizar a la siempre democrática y cívica izquierda española, mencionandoles simplemente como “grupo de jóvenes estudiantes” ¡¡Anda, pero si esto ya lo hacen!! Toma, toma.
También podríamos empezar a llamar fascistas a los terroristas de ETA y a los chicos de la gasolina de la kaleborroka, no sea que al llamarlos izquierda independentista los izquierdistas o los independentistas vean como se deteriora limagenen de todo un colectivo por acciones individuales.
En fin, qué podemos esperar de un país en que el presidente de la Asociación contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, es un ex miembro de la organización terrorista FRAP, donde el señor Cebrián, Consejero Delegado del grupo Prisa, órgano oficioso del actual gobierno, es un ex censor, donde el juez estrella del sistema tiene tres causas abiertas a la espera de juicio o donde al más puro estilo de 1984 el Ministerio de Igualdad crea leyes que tratan desigulmente a los ciudadanos en función de su sexo.
Hay que detener la manipulación informativa de la extrema izquierda gobernante y denunciar la indispensable colaboración por omisión del indigno y sorprendentemente autocalificado partido de la oposición. Aunque yo me pregunto ¿oposición a qué?.
“
Para manipular eficazmente a la gente, es necesario hacer creer a todos que nadie les manipula” John Kenneth Galbraith.