Zanussi, una foto de una vaca sagrada del PP haciendo el circo y lamiendo culos inmigrantes, una de las tantas fotos que existen y se han hecho en la misma situación, es una prueba, sí, de que necesitan sus votos y necesitan pelotearles primero porque Soros, que paga, lo dice.
Zanussi, claro que trabajo. Aquí excepto tú y caótico, como la gente normal, todos trabajamos.
No cogemos un megáfono para repetir "ey, trabajo, estoy trabajando eh", cada dos por tres, como hacías tú los dos meses aquellos que trabajaste en aquel restaurante. Que son los dos únicos meses de toda tu puta vida en que has trabajado, y hacías una feria de ello. Hasta que te echaron o te cansaste de trabajar y volviste a tu auténtico yo.
Nos recordaste a aquella emotiva película protagonizada por De Niro, "Despertares", en que De Niro es un tetraplejico en estado vegetal que cae en manos de Robin Williams, un neurólogo que con su terapia es capaz de devolverle la vida a De Niro levantandolo de su silla de ruedas y haciéndole recobrar la consciencia. Pero como buen drama, el final es jodidamente jodido. Porque resulta que De Niro vuelve a su estado vegetal y tetraplejico sin ser capaz de reconocer a la madre que lo parió. Todas las lágrimas de felicidad que vertimos al ver a aquel hombre despertar volvieron de nuevo, pero en forma de lágrimas tristes, cuando volvía a caer de nuevo en la discapacidad.
Contigo ocurrió lo mismo aquellos dos meses en que te levantabas cada día a trabajar. Nos creaste una ilusión, cabronazo. Pensamos que ya te hiciste un hombre, que ya habías dejado de ser el trozo de mierda que eres por defecto. Pero enseguida, de repente, patapam. Otra vez a vaguear.
Putos despertares.