No, no
se llaman así. Se ha hablado catalán, valenciano o mallorquín, o variantes, en un territorio más amplio de lo que es Cataluña desde hace muchos siglos, y nunca se llamó así. El concepto Països Catalans es un término pancatalanista de clarísimos tintes políticos, porque otra cosa no, pero los catalanes se intentan apropiar de todo. De la misma manera que la historiografía pancatalanista llama a la Corona de Aragón "corona catalanoaragonesa" y nunca se llamó así. Que le digan a los ingleses que su reina se llamaba Catalina de Cataluñaragón ahora o algo

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Total, que existe un territorio donde se habla, y a todos nos parece normal y bien, catalán o sus variantes y que este territorio es más amplio que la propia Cataluña. Y entonces llegan unos hijos de puta y se inventan un término que pretende darle una entidad a ese territorio una unidad, una entidad y hasta una nacionalidad, y así adueñárselo. Es un término que intenta dar naturaleza de realidad a una entelequia, a un supuesto estado, a una supuesta nación. Manipulación, sin más.
Al respecto del catalán, me parece bien, como nos parece a la grandísima e inmensísima mayoría de españoles, que en Cataluña se hable catalán. Creo que todo catalán debería cononocer tanto el catalán como el castellano, y ser capaces de expresarse con la misma naturalidad en uno o en otro. Sin embargo no creo que el conocimiento del catalán debiera ser conditio sine qua non para poder trabajar en el ámbito público en Cataluña, porque eso pondría en dificultad la igualdad que todos tenemos a la hora de poder concurrir a un puesto de trabajo público en cualquier punto de España. Colocando el catalán como requisito previo, como conditio sine qua non, se pone a los no catalanes en desventaja en algo que no debería ser así. De la misma manera, creo que cualquier familia debería poder elegir escolarizar a su hijo en cualquiera de los idiomas indistintamente, y bajo ningún concepto que tuvieran que tragar con uno solo de los dos, sea cual sea este.
Al final lo que se está haciendo con esto de los idiomas es crear algo peor que una barrera idiomática: se está creando una
frontera idiomática. No hables catalán y aquí no serás bienvenido, aquí no podrás trabajar, aquí tus hijos no podrán estudiar. Habla sólo español y no tendrás cabida aquí, en tu propio país. Marca una raya entre los de aquí y los de fuera; tendrás palabras que definen despectivamente a los segundos, gente de primera y de segunda, los nuestros y los otros, el conmigo o el contra mí.