Lo que está claro es que en cuestión de pocos años el Madrid ha pasado de ser el mejor equipo del mundo con diferencia y ganar tres Copas de Europa en cinco años a ser un equipo de tuercebotas, de mediocres, un quiero y no puedo. Qué manera de dinamitar la mejor plantilla que veréis en vuestra puta vida para convertirla en esto, que no da ni para media paja. Donde antes estaba Ronaldo ahora esta Higuaín. Donde antes estaba Redondo ahora está Gago. Donde antes Makelele, ahora Diarra. Donde antes Figo, ahora uno que ni es su puesto. Donde antes estaba Raúl ahora hay un acabado, un anciano, y sacan de ahí ni los GEOS. Donde antes había una política de fichajes que, de una manera u otra, acababa por hacer que los mejores estuvieran de blanco ahora hay una política de fichajes que, de una manera u otra, acaba por que los mejores vayan de rojo, de azul, a rayas, qué más da, el caso es que nunca de blanco. Fichamos como el Atleti. Sí, vale, por el camino se han ganado un par o tres de Ligas. Claro, joder, somos el Madrid, al fin y al cabo. Otro se hubiera comido los mocos sin pelar. Vale. Pero esto no es. Esto, señores, no es. Hay que correr a gorrazos al hijo de puta de Calderón, a Pedja -tan buen jugador como mal gestor-, a Schuster -tan buen jugador como mal entrenador- y limpiar, de arriba a abajo, la plantilla. La mitad a la puta calle. Al Valladolid. Al Zaragoza. Al Almería. Al Getafe. Al Osasuna. No tienen calidad para vestir la camiseta del Madrid.
Y la semana que viene todavía hacen algo lucido y ya me parto la polla.