Amroth Elendil
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Ok, hijos de la paja. Os voy a dar lo que queréis, cerdas.
Un tratado rápido sobre sexo con chinas vendría a ser así.
Regla de oro: si quieres hacer tu marranada favorita con ella, mejor pedir perdón que pedir permiso. Ésta creo que os la sabéis, pero no está de más recalcarla...
Y ahora los básicos:
-La mayoría comen polla (según mi experiencia el 100%). Lo bien que la coman depende mucho de con cuántos extranjeros han practicado.
-Al 60% no les gusta o no les importa que no les comas el coño. Vergüenza, que lo ven como algo raro, etc...
-Al 99% se la vas a poder meter por el culo si aplicas la regla de oro antes mencionada o si por el contrario, sabes tener paciencia y tacto... y por supuesto, ¡si tienes una mínima idea de abrir culos y no la revientas a la primera!
-Algunas tienen una especie de vergüenza de que les veas o les toques las tetas en la cama. En cambio con el coño no. Apaga la luz y en la mayoría de los casos, solucionado.
-No tienen mucha iniciativa. Si les preguntas qué quieren hacer, te van a contestar con "me da igual" o "¿qué quieres hacer tú?". A la quinta vez deberías entender que eso se va a convertir en un bucle infinito y podría bloquearse todo el sistema.
-Los coños de estas criaturas son lo más maravilloso que un servidor ha probado. Prueba a decirle guarradas al oído mientras se la metes y prepárate para follarte el chocho más mojado de tu vida. Puedes pedirle que te diga cosas en chino, pero ellas se sienten más libres contestando a tus guarradas en una lengua que no sea la materna. Se sueltan más.
-No suelen decir "me corro" y cosas así. De modo que es mejor que le digas "cuando te vayas a correr avísame". A mí personalmente me gusta que se corra una vez ella y a la segunda corrernos juntos. La sensación de cómo ella se retuerce como una culebrilla esposmódica es fantástica.
-Cuando acabes, dale muchos besos, cógela de la mano y quédate así un rato sin sacarla. Dale un poco de ese romance Hollywood que esperan y que no le dan los putos chinos, que son unos rancios. Y tú eres un torero y un campeón. Para ella, no hay ningún hombre mejor que tú sobre la faz de la tierra en este momento.
-Abrázala y mira qué brillo tan especial tienen esos ojillos achinados. Disfruta tu momento de gloria, gañán. Y si te quedan fuerzas, dale otra ración.
Fin
Un tratado rápido sobre sexo con chinas vendría a ser así.
Regla de oro: si quieres hacer tu marranada favorita con ella, mejor pedir perdón que pedir permiso. Ésta creo que os la sabéis, pero no está de más recalcarla...
Y ahora los básicos:
-La mayoría comen polla (según mi experiencia el 100%). Lo bien que la coman depende mucho de con cuántos extranjeros han practicado.
-Al 60% no les gusta o no les importa que no les comas el coño. Vergüenza, que lo ven como algo raro, etc...
-Al 99% se la vas a poder meter por el culo si aplicas la regla de oro antes mencionada o si por el contrario, sabes tener paciencia y tacto... y por supuesto, ¡si tienes una mínima idea de abrir culos y no la revientas a la primera!
-Algunas tienen una especie de vergüenza de que les veas o les toques las tetas en la cama. En cambio con el coño no. Apaga la luz y en la mayoría de los casos, solucionado.
-No tienen mucha iniciativa. Si les preguntas qué quieren hacer, te van a contestar con "me da igual" o "¿qué quieres hacer tú?". A la quinta vez deberías entender que eso se va a convertir en un bucle infinito y podría bloquearse todo el sistema.
-Los coños de estas criaturas son lo más maravilloso que un servidor ha probado. Prueba a decirle guarradas al oído mientras se la metes y prepárate para follarte el chocho más mojado de tu vida. Puedes pedirle que te diga cosas en chino, pero ellas se sienten más libres contestando a tus guarradas en una lengua que no sea la materna. Se sueltan más.
-No suelen decir "me corro" y cosas así. De modo que es mejor que le digas "cuando te vayas a correr avísame". A mí personalmente me gusta que se corra una vez ella y a la segunda corrernos juntos. La sensación de cómo ella se retuerce como una culebrilla esposmódica es fantástica.
-Cuando acabes, dale muchos besos, cógela de la mano y quédate así un rato sin sacarla. Dale un poco de ese romance Hollywood que esperan y que no le dan los putos chinos, que son unos rancios. Y tú eres un torero y un campeón. Para ella, no hay ningún hombre mejor que tú sobre la faz de la tierra en este momento.
-Abrázala y mira qué brillo tan especial tienen esos ojillos achinados. Disfruta tu momento de gloria, gañán. Y si te quedan fuerzas, dale otra ración.
Fin