Misógino Empedernido rebuznó:
No creo que un país pueda destacar en algo sólo porque el gobierno se empeñe, a golpe de subvención, en que destaque en ello. También debe existir un talento natural (o generacional) y más cuando se trata de algo que intenta pasar por arte.
Todos los países invierten dinero público en sectores que les interesa promocionar, ya sea con subvenciones directas o con exenciones de impuestos. El caso de la industria cultural es exactamente igual que la industria naval, eléctrica o lo que a usted se le ocurra. Si se invierte en ella, y se hace bien, es bastante probable que mejore.
Y acerca de eso tan dudoso como el "talento natural", si usted no invierte en una infraestructura que lo descubra y lo permita desarrollarse, se echará a perder. Pero es que en España ya se ha demostrado que existe ese supuesto gen del cine: uno de los directores más importantes de la historia fue español, y otros han sido reconocidos internacionalmente, sobre todo a partir de los últimos años, casualmente desde que se empezó a ayudar públicamente el cine español de forma seria.
Misógino Empedernido rebuznó:
Me parecería absurdo que un país dijera: voy a pagar un sueldo durante un año a 10.000 personas que lo soliciten para que cada uno escriba una novela, a ver si entre todas consiguen escribir el nuevo 'Quijote' y podemos dar imagen de literatos por el mundo.
ABSURDO.
No se le da dinero a una persona para que dirija, se le da a una empresa para que produzca, que es muy distinto. Igual que no se le da el dinero a un maestro para que no haga como que enseña y en realidad vaguee y manipule, se le da a las escuelas públicas o concertadas para que eduquen.
Misógino Empedernido rebuznó:
Para mí no es una cuestión de importe, sino de robo. Lo que me jode del asunto es que me obliguen a estar conforme con algo que me parece absolutamente mal y encima pretendan que si no estoy conforme es porque no soy progresista o porque no estoy a favor de la cultura.
¡QUE ELLOS NO SON CULTURA!
Misógino Empedernido rebuznó:
y los que no piensan como ellos y son unos retrógrados conservadores que odian la cultura (confundiendo el odio a ellos, con el odio a la cultura, por su errónea autoidentificación con "la cultura").
Por mucho que lo ponga en mayúsculas no será más cierto. Y si el cine no le parece cultura, ya me dirá usted qué lo es según su respetable opinión.
Usted se enfada por esa supuesta imagen que dan los "artistas", como les llama usted entre comillas, del "pueblo". Le parece caricaturesca. Pero la imagen que da usted de la industria cultural en pleno es tanto o más caricaturesca.
¿Y quién le obliga a usted estar conforme con algo? Pero si la opinión minoritaria en la calle es justamente la contraria... El cine, la SGAE etc. parece el único sector en el que está abierta la veda, contra el que despotricar, muchas veces con datos incorrectos, es gratis.
Misógino Empedernido rebuznó:
Sí, me molestan muchas de esas cosas que cita, pero creo que no estamos hablando de ellas, sino de la subvención al cine, politizada para conseguir apoyo de los 'artistas' en los medios y absurda por la mierda que producen los supuestos 'artistas'.
Pues le deberían molestar mucho más, porque si admite que en ellas se despilfarra el dinero, el despilfarro es mucho mayor, ergo más digno de su queja. Si de verdad le molestaran esas cosas, no diría usted que la comparación del gasto es irrelevante, no veo que usted se queje con igual fuerza contra esos sectores, igual que yo no veo campañas en internet clamando con la misma fuerza contra los bancos, las eléctricas, la Iglesia o los clubes de fútbol que contra la ministra de cultura. Parece que fuera la única ministra del gobierno, y la SGAE el único sindicato del país, y las discográficas las únicas empresas que ganan dinero en el mundo.
Habrá que pensar por qué esta furia desatada contra el mundo del cine, la música o últimamente los libros se ha acentuado precisamente con el advenimiento de internet y las descargas ilícitas. La gente quiere música, cine y libros gratis, y es muy cómodo escudarse intelectualmente con este tipo de argumentos para así no pagar al creador de ese producto que consumen tan alegremente.
De allí nace ese silogismo estúpido, "pues si me enfado, voy a expresarlo descargándome MUCHOS archivos pirata". Es como si para expresar nuestra disconformidad con la ley de igualdad propusiéramos pegar bien fuerte a todas las mujeres que tengamos bien cerca, símbolo del pueblo soberano expresando su rebeldía. Oiga, que a usted nadie le ha obligado a bajarse archivos de música o video. Su creador tendrá algo que decir a todo esto, ¿no? Por lo menos se le puede escuchar con respeto, que para algo es el que lo ha creado, él y la industria que le ha dado cobijo.
Todo esto viene porque acabo de leer un artículo muy interesante que resume bastante bien, de forma objetiva pero también desde dentro, la situación del cine español.
Aquí está la segunda parte, la primera me parece menos jugosa.