Gallo Quirico rebuznó:
Los bosquimanos son sin duda la maxima expresion de las cualidades humanas...
Sin duda, y sus hembras diosas del sexo anal, bocatto di cardinale al alcance de muy pocos, en la primavera del 88 perseguí bosquimanas en el Kalahari, sin preocuparme del Apartheid, era un época en que el Sahara y aún el Gobi atravesaban momentos delicados, pero yo, en el Kalahari, encontré el amor:
Olentzero rebuznó:
Vlad Tepes - Wikipedia, la enciclopedia libre
Hay varias cosas mal en esa frase.
1) Vlad Tepes nació en Transilvania.
2) Vlad Tepes era príncipe de Valaquia.
3) Transilvania no era Alemana. Ni Rumana. Ni Húngara. Era las tres cosas a la vez. Mientras la mayoría de la población campesina era rumana, la élite y multitud de comunidades eran magiares o székelys. Sólo algunos núcleos urbanos (Siebenbürgen) eran mayoritariamente sajones.
a ver meu rei, una cosa es vlad tepes y otra es drácula
"Bram Stoker nunca estuvo en Rumanía, pero hizo una buena investigación sobre ella en el museo británico. En Dracula, publicada en 1897, Stoker emplazó el castillo en el altiplano de una montaña, en la frontera entre 3 estados, el extremo nororiental de Transilvania, Moldavia y el sur de Bucovina, en el centro de la cordillera de los cárpatos. Jonathan Harker, uno de los narradores en la novela de Stoker, viaja en carruaje hasta el castillo de Drácula ascendiendo el puerto montañoso de la parte transilvana, pero el resto de los pasajeros continua el viaje descendiendo por la otra ladera hacia el sur de Bucovina, región que se domina desde las ventanas posteriores del mítico castillo de Drácula..."
...El director del Athenee Palace era un coronel de la securitatae y todos y cada uno de sus 300 empleados eran agentes de dicha organización, inclusive las camareras que limpiaban la habitación, fotografiando de paso hasta el más inocente papel dejado por el cliente.
A cambio de dinero y tarjetas de racionamiento suplementarias, las prostitutas del hotel informaban a la securitatae de todo lo que les contaban los clientes.
Pero en los años 80, hasta las prostitutas estaban desesperadas. En una visita anterior, en 1983, llamaron a mi puerta hacia la media noche. Abrí. Había una mujer en la penumbra del pasillo. Se bajó un tirante de su blusa y me dijo que lo haría por un puñado de café. Por entonces, el café era un lujo muy escaso en Bucarest...
...El ambiente era invernal y eslavo, pero la gente era morena, parecida a los sudamericanos; el idioma era latinizante, en ciertos aspestos, más cercano al habla de los romanos de la antigüedad que al de los italianos o españoles de hoy; la violencia y los ritos religiosos que acompañaban al entierro de las víctimas tenían algo de macabro y de teatral al poner en escena a un pueblo que, por necesidad, había tenido que representar sus pasiones ante un espejo, una y otra vez.
Con el apoyo de Francia, Valaquia y Moldavia lograron reunirse bajo un único gobernante, el coronel Alexandru Ion Cuza, formando una nación independiente el 23 de diciembre de 1861. Pero la administración de Cuza no fue sino una combinación de incompetencia y de desenfrenada corrupción. Tanto los aristócratas como los campesinos pedirían su cabeza sin tardar. En 1866, cuando oficiales del ejército rumano hicieron irrupción en la residencia de Cuza, en Jassy, con intención de hacerle abdicar, le encontraron en la cama con la nuera del rey de Serbia. Rumanía, escribe Manning en "The balkan Trilogy", es como un irresponsabe que hereda una fortuna y la dilapida en vulgares estupideces.
...Las costumbres rumanas siempre han sido un desgraciado y peligroso palimpsesto, y precisamente por eso atrae a escritores y periodistas. A la inclinación latina por lo melodramático, se le sumó la propensión bizantina por la intriga y el misticismo...la vena mística se volvía más intensa con el paisaje de los Cárpatos, oscurecido por los bosques de abetos infestados de lobos y de osos, cuna de espíritus y supersticiones y del folclore más rico de Europa...
Como Hilberg señaló, los soldados rumanos pronto se ganaron, en la jerarquía nazi, la reputación de valientes y feroces. Pero en 1944, cuando las victoriosas tropas rusas cruzaron el Prut, entrando en Rumanía, esta no solo cambió de bando para combatir a los nazis, sino que lo hizo con entusiasmo. Las tropas rumanas pronto impresionaron a los oficiales aliados por su agresividad en la lucha contra sus antiguos aliados alemanes y húngaros en transilvania, un territorio que rumanía quería recobrar a toda costa, al igual que había querido recobrar Besarabia.