Bueno, pues ya imaginais de donde viene uno, no?
En efecto, de ahí.
Por cierto, el miércoles que viene, es el Aniversario de nuestra Santa Casa.
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Tras la redada del jueves, con la correspondiente tocada de pene para los clientes de quedarse sin mojar, como fué mi caso, hoy tocaba homenaje.
Pasamos pues a la acción.
LLego con mi fiel camarada de expediciones al Rivi a medianoche,hora punta como suele ser habitual en uno.
Ambiente cargadito, pero sin excesos, vamos agradable.
Cubateos, unos cuantos por cierto, paliqueos con las amiguitas brasileras, que si tal que si pascual, y pasamos al modo observación.
De entre todas las brasileñas, no sé el motivo, pero hoy no me hacía ninguna, raro que es uno hoyjan.
Hasta la punta del prepucio ya de beber, vamos atando cabos con varias mozas, que nos presentan tentativas ofertas, y me quedo con una que no podía rechazar.
Apodada en el club como Laura, se presenta ante mi, una cubanita, de piel blanca como la leche, y sonrisa tentadora, rubia de media melena, y poco pecho.
Acordamos mis gustos y sus pros y contras, y no parece tener mucho tabú la moza, a lo cual cedo a sus promesas.
Subimos a la alcoba y lo típico, que no viene a cuento ya que por enésima vez lo contaría.
Pasamos al temario, chupadita sin, lamida de escroto, 69, coñito depilado y cerradito, una delicatessen de 26 añitos.
Morreos, no pone reparo, últimamente me parezco a Contrase en estos menesteres, recorro su cuerpo de arriba a abajo y parece que se va entonando la cosa.
Paso a embestirla, misionero, a 4, de lado, y con la que llevaba uno encima, me ofrece la retaguardia para que el asunto no decaiga.
Uno que es todo un Gentleman, no se niega a complacer a la Srta.
Paso a rendir pleitesía a su culo, a cuatro patas, de lado, ella encima, lástima que al principio tardó un poco en dilatar, pero luego la cosa como la seda.
Y para rematar la faena y salir con las dos orejas, estallido final en su busto mientras le metía la lengua hasta la campanilla.
Una buena faena, aunque estoy abandonando a mis cariocas, y esto no puede ser.
Pues eso es todo, cubana de 26 añitos llamada Laura, con frances sin, morreos y retaguardia por 80 euros.
Calculo que unos 45 minutos me tiré arriba.
Esa es la crónica del día.