En España el humor que se permite durante décadas es el de chiste de bar, de maricas, enanos, andaluces, el del francés inglés y el español que es el listo. Al final era lo que había. Luego la exposición era brutal, el Un dos tres tenía picos de 25 millones de audiencia, te repetían 4 semanas el veintidos y la gente lo repetía, igual que lo de Chiquito, incluso hasta Mota lo hace ya con mucha menos audiencia y le ha funcionado hasta ayer, en cada gag tiene la frase recurrente y siempre encuentras algún subnormal que te la dice al día siguiente.
Con las audiencias fragmentadas que hay ahora es posible que muchas de nuestras memorias catódicas no existiesen.
Comparar a Chiquito con Mota en repercusión, acerca de la pegada de sus palabras y frases en la calle, debería ser delito.
Ni una sola vez en la calle he escuchado lo de "hoy no: mañana". A lo sumo algun pesudo youtuber que youtube me propuso después de ver algo de Mota.
Lo de Chiquito a mediados de los 90 fue una puta bomba atómica.
Pocas veces en la historia se va a repetir aquello.
El fistro, el pecador de la pradera y el jaaaar estaban presentes las putas 24 horas en cada esquina, en cada aula, en cada bar, en cada casa, en cada oficina.
Y no es achacable a que antes había más o menos competencia televisiva. Porque entonces ya había competencia.
Es, simplemente, que nos hacia puta gracia. Que era innovador. Que era fresco. Que era un tío raro que en su cabeza tenía unas movidas con palabras inventadas que sin tener sentido lo tenían. Porque, en el fondo, la palabra hematoma tiene LOL. Porque, en realidad, el nombre de Lucas es o suena muy WTF!?. Porque la palabra torpedo vuelve a sonar apestada, está construida de un modo en que te puedes reír de ella porque es inferior, por absurdo que esto suene. De hecho su mayor acierto fue construir la palabra fistro, que indudablemente es ofensiva porque suena especialmente humillante.
Eso es lo que hacía él con esas palabras, reírse de ellas porque son risibles y todos sabíamos eso aunque nunca lo habíamos reflexionado antes.
Mota en Cruz y Raya no era más que un Martes y Trece, el paletismo de antaño. Cuando vuelve solo estos últimos años bebe de la Hora Chanante, le mete ese surrealismo, y va de intelectual interesante haciendo crítica social de vez en cuando en su obra, que no deja de ser una crítica social políticamente correcta.
Algo así como un plagiador pedante que está ahí porque ya estaba en 1990, cuando estaba cualquier cosa que no tenía ninguna gracia (Da Rosas, Marianicos, Lagunas y el largo etc etc etc).