Al mediodía, en el telediario de Telecinco aparecía un viejo alzheimeroso que decía:
"Voy a votar que sí, quiero ser europeo".
Un bonito ejemplar de borrego manipulado. Muchos se creían que votar NO, era votar no a Europa. Nada más lejos de la realidad. Si votábamos NO, era para que mejoraran el tratado. Ahora los políticos se estarán frotando las manos al ver con que fácilidad (4 anuncios bonitos en la tele) las masas han aprobado su truño de 300 páginas que nadie ha leído.
Al viejo le sonaría bien al sonotone las palabras "libertad, igualdad, paz, justicia" pero en los anuncios no mencionaban "militarismo" y "neoliberalismo".
Joder, entre que ayer pagué 6 euros para ver Constantine y hoy que gana el SÍ, no gano para disgustos.