A ver si alguien me aclara una duda... Estuve con una lumi y me dejé un objeto de poco valor. Al llegar a la cita me quito los colgantes y los dejo en una silla con la ropa y me dice que me vaya al cuarto de baño y me lave la p**** (¿¡pero qué coño, pienso!?, le digo que me he duchado antes de venir y dice que no, que me la lave). Yo me huelo algo raro, entro al cuarto de baño y de seguida salgo, porque claro, me he dejado cartera con tarjetas, etc.
Total que al llegar a casa le escribo y le digo que me lo dejé seguramente en su cuarto, como que pasa de mí y luego me dice que sí que me lo había dejado y que me lo devolvía. Estoy detrás de ella un buen tiempo, pasa de mí, no contesta, me dice que me lo deja en un sitio para no tener que subir... Total, yo ya me huelo algo raro, porque pasan los días y esta no responde, se pone borde... Total, le digo que no tiene valor ninguno, que son meros colgantes de bisutería. Se pone echa una fiera y dice que me los deja en la misma puerta. Ni corto ni perezoso, voy y lo recojo, pues eran recuerdos de una persona querida.
Hoy me ha llamado un tío diciendo que ni se me ocurra volver a ir a verla. Jaja, la última tía que querría ver en el mundo es a ella, que no se preocupe, que por el trato que me dio desde el principio con el lavate la p**** y demás, me cortó el rollo ya desde el principio, ninguna lumi me había pedido una cosa semejante, de locos vamos. Y ahora me llama un tío por número privado a amenazarme con vete tú a saber qué, porque está claro que ni encañonándome me vuelvo a acercar a una lumi así. Siempre me han dado mucho reparo las lumis españolas, siempre he estado con lumis extranjeras y con buen trato. Pues zasca, primera lumi española con la que tropiezo y previsión cumplida, algún pálpito tenía y era por algo, y de esto hace un mes y recibo llamadas ahora. ¿A cuenta de qué? ¿A alguien le ha pasado lo mismo?
Vamos, próxima vez con la ropa puesta, ni cartera, tarjetas, billete de 50 y ningún colgante. De mal en peor.
No me pidáis nombre, no lo voy a dar, tampoco le quiero quitar le sustento o el dinero que le haga falta, pero ojito, que como dice el refrán, a las mujeres las carga el diablo.