Gracias de verdad
Sarri y Parkk:
Muchos no van a entender de qué trata esto, pero vosotros si. No sé, veo que la gente sabe mucho más de lo que yo pensaba, más por lo que insinuáis que por lo que decís. Veo que esto está siendo la comidilla en todos los foros. En otros ambientes, hay cierto ambiente adulador y de franco peloteo a las chicas que no me permite hablar abiertamente. Pero aquí me siento más libre, aunque con ciertos límites.
La piña ya me la he metido, pero bien metida. No todo ha sido malo, claro está, ha habido momentos de un goce indescriptible. Pero el final ha tenido un sabor bastante amargo. Cuando navegas a toda vela, persiguiendo los cantos de una sirena, terminas embarrancando seguro. Yo no he querido ver las señales de peligro y bueno... Hace unos años tuve una experiencia personal con una chica del oficio (como la del amigo PDN) y fue tan maravillosa que supuse, inocente de mi, que esto iba a ser igual. Pues no. Aquello fue una excepción y una suerte. Y esto debe ser la norma. He estado embrujado y preocupado por algo que no sé si fue real. Educación, siempre, aunque hay situaciones tan límite que hasta el marinero más experimientado perdería el norte.
No sabéis lo mucho que agradezco vuestro comentario, en un momento en el que lo estoy pasando fatal. Pero ayer he salido de dudas y creo que he hecho lo correcto; acabar con esto. Me siento aliviado, liberado. Pero a la vez triste y roto. Es la contradicción entre lo que dicta la razón y lo que siente el corazón. Yo también soy perro viejo en todo esto, pero uno es humano y, ante ciertas cosas, uno cae de rodillas y ahí es cuando estás indefenso y te destrozan. A pesar de ello, tan sólo me queda desear a esa persona lo mejor y que se cuide, por su bien. Y desde luego, darle las gracias por todo, sobre todo porque gracias a ella no voy a volver a ir con una prostituta en mi vida, ella ha sido la última. Me retiro de este mundo.
La culpa la tengo yo y sólo yo, porque dejé de ser Inseminator y me mostré como persona, creyendo que de nuevo estaba ante una experiencia maravillosa. Ahora me toca esperar unos meses para ver si la miel se convierte en hiel, o no. Porque, entre tanta verdad a medias, no sé qué pensar. Y, conociendo el paño, me pongo a temblar. Tengo que aprender a aplicarme mis propios consejos, siempre, a rajatabla, porque a veces basta un solo tropiezo para caer por el precipicio.
Marineros: tened cuidado con las sirenas de rostro angelical, dulce sonrisa, historias tristes y corazón de hielo negro... podéis acabar en el fondo del mar. Yo voy a dejar el bote salvavidas y me vuelvo a tierra firme. Voy a escribir esta historia, para que sirva de aviso para que futuros navegantes no se acerquen a esta costa y perezcan.
SalU2