Muy buenas, tras larga temporada alejado de estos mundos (tanto del concreto de este foro, como del general del país), aprovechando unas vacaciones y, aunque dispuesto a mantener mi absentismo puteril, fue un amigo nuestro (al que mando un fuerte abrazo) quien en una comida me picó (por echar la culpa a alguien) para que me diera un homenaje antes de volver al inóspito y lejano pais en el que estoy desterrado.
Tras intentar mantener el tipo con frases autojustificativas que no engañan a nadie, una vez llegado a mi casa, enciendo el ordenador y comienzo a usmear por las consabidas páginas de contacto en un intento de demostrarme que "a mí no me pica nadie".
Todo marchaba bien, ayudado con el pobre panorama que sigue asolando nuestra ciudad tras la marcha de ella (Dios salve a la reina) a excepción de una o dos salvedades, hasta que me topé con ella, Natasha...
Los ojos se me abrieron como platos y mi minúsculo cerebro no era capaz de entender cómo el panorama que se dibuja en el foro es lúgubre y oscuro y nadie hace referencia a una de las pocas que hace sombra a la mil veces nombrada, en fin, denostados años aquellos en los que el foro hervía de experiencias, comentarios, conversaciones, disputas y hasta riñas, hasta se llega a echar de menos a algunos con los que mantuve discusiones, en fin, por lo menos le daban vida.
Sirva esto de pequeño grano de arena y aprovecho la oportunidad de mandarles recuerdos a todos aquellos que me recuerdan y un hola a aquellos que no.
Debido a la nueva organización del foro me veo obligado a dejar reseña de la experiencia en el subforo correspondiente.
Un saludo y hasta la próxima vez.