Karen
Os voy a relatar una experiencia de una conocida de muchos de vosotros. Esta chica no necesita de ninguna recomendación más porque tiene muchas experiencias positivas en este hilo. Pero creo que vendrá bien poner en valor las pocas joyitas que tenemos en Donosti, quizás algún despistado podría descubrirla de esta forma.
Conocí a esta chica hace algunos años, en alguna de mis escapadas al Templo de Yoko, en Bilbao. Si no me falla la memoria, por aquellos días el piso estaba en la calle Dolores Ibarruri y estaba en su época dorada, con un desfile de chicas y clientes que parecía el metro de Gran Vía en hora punta.
El caso es que aquella experiencia que tuve con ella me dejó impactado, porque Karen tenía una rara combinación de belleza, naturalidad, simpatía y fogosidad que te dejaban más que satisfecho. Cuando volví a los pocos días en busca de mi segundo atracón de Karen, me llevé un buen chasco porque se había marchado de repente, permaneciendo tan sólo una semana. Bastante frustrado, me dí media vuelta y por la autopista me cagué en lo más florido por haber hecho caso del foro de Yoko, donde erróneamente seguía apareciendo Karen como disponible.
Han pasado los años y no puedo dejar de sentir admiración por esta mujer, a la cual nunca me cansaría de redescubrir una y otra vez. Hoy en día, atiende en su recién estrenado piso de Gros (en una nueva ubicación distinta a la anterior) y el cual está equipando todavía. Cobra 130 euskos por un servicio de una hora, aunque el tiempo es relativo, dijo Albert Einstein. Los servicios de esta dama trascienden al tiempo y al simple sexo; es mucho más.
Para los que no la conozcan, puede echar un vistazo a las fotos de sus anuncios que, aunque no son nada actuales, dan una buena muestra de lo que se van a encontrar. Karen es una mujer brasileña de 30 años, rubia de melena alisada de media longitud, alta (1.70), de cuerpo atlético y bronceado (practica el surf con regularidad). Pechos del tamaño justo, piernas fuertes y bien torneadas y un culo respingón, duro y de perfecta redondez. El chichi afeitado con una pequeño bigotito hitleriano de pelo púbico. No sé a vosotros, pero cada vez que la veo parece que tuviera un tatuaje nuevo, aunque no es así. Es muy guapa de cara, tiene una extraña mezcla de carita inocente y a la vez pícara que la hace irresistible. Tiene unos ojitos de ratoncito vivarachos y brillantes, muy expresivos, carita redonda y una boca que te enamora hablando, sonriendo, besando... y chupando
oh si, cómo chupa esta mujer, madre mía.
Es una gran conversadora y tiene una simpatía natural que te embelesa, dando la sensación de que lo vas a hacer con una amiga de hace años o con una amante con la que tienes una gran complicidad y confianza. Te hace sentir a gusto de forma natural, sin impostar su actitud ni fingir. A eso yo le llamaría un don que sólo unas pocas tienen. A más de una le convendría aprender de Karen sobre cómo tratar a la gente.
En el plano sexual, lo mismo; tiene un don, le gusta, lo domina y ejecuta con maestría. Sabe darte a cada momento la cantidad exacta de un tipo u otro de sexo sin necesidad de pedirle nada. El francés al natural es de muerte, ensalivado y con garganta profunda, trufado de una amplia variedad de torturas con los labios y esa lengua, ¡Dios, que lengua!. El sexo atlético, vigoroso, en cualquier postura y manera, aunque sabiendo alternar los ritmos para hacer que disfrutes y no termines antes de la cuenta.
Por último, el sexo anal. Ya sé que hay muchos colegas que no tienen demasiado interés en esta variedad, pero os aseguro que con Karen podríais cambiar de opinión. A esta mujer ***le gusta*** el sexo anal y no es ninguna broma. Te lo pide y no le importa la duración ni la intensidad (te gritará "¡más fuerte, más fuerte!"). Teniendo la visión de ese culo perfecto y vuestro hamijito entrando y saliendo en cada embestida, no tardaréis en correos como unos marranos en el matadero. Una experiencia que merece la pena ser vivida. Lo de correrse en ese culito, lo del matadero no
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Karen es fogosa pero limpia y pide lo mismo de los que la visitan. Lavado e higiene mutua al comienzo y al final. También es exigente con la puntualidad. Karen quiere atender a caballeros dando calidad en la atención, de manera que limita el número de personas que atiende a la semana. Por eso no os extrañe si os cuesta un poco que responda al teléfono o lograr tener una cita con ella. Insistid, porque merece la pena.
Mi intención es transmitir no sólo la información de una fria ficha, sino también una serie de impresiones que son importantes a la hora de hacerse una idea mejor. Generalmente no suelo colgar experiencias, más ahora que estoy medio retirado, pero muchas veces me piden opinión por mensaje privado y he pensado que sería oportuno hacer públicas varias experiencias mías para tratar de que
aprovechemos y mantengamos lo poco bueno que nos queda en el desértico Donosti. Por favor, si visitais a Karen, tratadla bien para que siga con nosotros. No creo que haya nada más que añadir; espero que esta descripción detallada os resulte útil.
SalU2