Joder, no había visto este subforo todavía, acabo de bajar con el ratón y me lo he encontrado....genial genial.
Presentaré cuadros de pintores, y bien diferentes,
Goya y
Cristóbal Toral.
Bien, no sé si está puesto ya, pero:
La familia de Carlos IV, de
Goya.
Me gusta porque representa una de las etapas más excéntricas de la monarquía española. Además, aunque la monarquía lo adquirió sin poner pegas, el cuadro realmente es sarcástico, están todos espantosos, hace guiños a las relaciones entre ellos con particulares ironías pictográficas, etc. En su momento me conocía todas las curiosidades del cuadro cual experto guía turístico, pero ahora no las recuerdo. Pero lo más curioso de todo es la luz. Una luz que domina el cuadro, y que realmente te hace pensar que un foco cercano al cuadro lo ilumina. Cuando fui al Museo del Prado estuve cerca de 40 minutos mirando el cuadro, mucho más que ante el Jardín de las Delicias , y era precisamente por esa luz. No se percibe de la misma manera delante del cuadro que en estas imágenes. No es una luz como la luz sevillana de los cuadros de Velázquez o el claroscuro de Caravaggio. Es otra luz, desconozco la técnica, pero es atemorizante, no sé, es cuestión de verlo.
Y ahora, para cambiar un poco y dar a conocer interesantes pintores, os presento a
Cristóbal Toral, un pintor contemporáneo malagueño, nacido en la ciudad de Antequera. Suele pintar cuadros realistas, pero con un leve toque de misterio o magia. También hay cuadros con efectos ópticos, y otros de naturaleza muerta o frutas jugosas que son increíbles. Asimismo, otros relacionados con maletas o viajes; el significado de las maletas o los paquetes también es un
leitmotiv (también en ocasiones escrito como
leiv-motiv, aunque el diccionario de la Real Academia Española lo registra como
leitmotiv), en su obra pictórica. En el Museo de Antequera se pueden ver algunos. Aquí os pongo algunos cuadros inquietantes, pero de mis favoritos, personalmente a mí me llega a dar pánico mirar alguno de ellos de forma demasiado continuada, temo que el personaje del cuadro tome vida:
Estéticamente turbadores, estos cuadros nunca tendrían lugar en las paredes de mi hogar, pero éste sí.
Se llama
Gabardina sobre sofá. No me importaría que una réplica adornase la entrada a mi casa e inquietase al visitante, jeje.