El amooooor...
Yo no se si está sobrevalorado, pero creo que la inmensa mayoría de las veces está muy mal entendido. Se dicen muchas tonterías, se hacen muchas más, se confunde con multitud de sentimientos...
Para empezar está ese absurdo tema de considerar a alguien "mi media naranja", "mi otra mitad", "la persona de mi vida"... etc. Parece que nos pasamos la vida buscando a alguien en concreto (diseñado y puesto al azar en el mundo para nosotros) y ese alguien resulta vivir en nuestra ciudad, ser de nuestro circulo de amigos... etc. Y que una vez encontrado todo será maravilloso...
Y luego no es así, claro.
También nos hablan desde pequeños de lo maravilloso que es el amor y como es el eje que mueve al mundo y todo eso. En las películas, el final feliz siempre es cuando los protas se casan y entonces salen los títulos de crédito... Así que todo el mundo piensa "y fueron felices y comieron perdices" porque lo que no sale es cómo dos años después tuvieron una crisis de las gordas al hacer una mudanza, como a los cinco años hubo un asunto de cuernos y como la princesa no soportaba que el ruido que el principe hacía al comer.
Y así nos va, creciendo y creyendo que una vez estas enamorado todo es jauja... y que el amor mueve montañas y todo lo puede. Cuando la realidad es bien distinta... resulta que esa persona a la que considerabas "media naranja" tiene cosas que no te gustan y a fin de cuentas es un ser humano con defectos, que en más de una ocasión va a hacerte sentir mal o va a defraudarte (y viceversa, claro). Ah! y que en el matrimonio (o en la "pareja con grandes expectativas de futuro"), el amor solo es uno de los requisitos, y ni siquiera el más importante.
El problema también de hablar de "el amor de mi vida", es que se sobreentiende que solo puede haber uno. Por eso hay gente que, cuando una relación se acaba, reniega de ella todo lo que puede, piensa cosas como "tras X años, no ha servido para nada" o incluso "X años tirados a la basura"... parece que si un amor no se te muere en los brazos, es menos amor.
Creo que exigimos (a nosotros y a los demás) demasiado, y por eso los batacazos son tan grandes después...