Slowhand rebuznó:
Si lo que de verdad quiere Finkikula es ser un arma de destrucción total, capaz de derruir, asolar y abatir cualquier escenario o enemigo, que se olvide de los consejos de los mancuernas, que son un grupo de gordos hipertróficos incapaces de afrontar la dura realidad que se mece sobre ellos; ellos te dirán que hagas mamadas a mi vecino, que hagas peso muerto y que comas como un mamut, es su ABC y de ahí no les vas a mover, pero créeme, así sólo serás más fuerte, ÚNICAMENTE más fuerte.
Si tu objetivo es destrozar y aniquilar, primero a través de las cartas y posteriormente a lo Hulk, mi consejo es que estudies una ingeniería de estas fáciles -casi todas-, te especialices en movimientos de bajo y alto impacto y hagas de tu cuerpo una mezcla de rapidez, fortaleza, velocidad y fuerza; deberás aprender conceptos útiles de cara a futuras reyertas, así que prepárate para escuchar cosas como aceleraciones de 1m/s contra objetos de 1kg, longitudes de arco, operadores nabla, fuerzas conservativas o versores tangentes; serás un autómata de la muerte, el heraldo de la destrucción en la tierra, y cerrarás el círculo que te hará perfecto, ya que serás un genio de las cartas magic y a la vez, un humano programado para provocar dolor y sufrimiento al rival sin necesidad de ser una bola de músculo totalmente desproporcionada.
Mis objetivos son tan ambiciosos que solo pueden ser descritos mediante CIENCIA JUDÍA; estoy hablando de lanzar puñetazos a velocidades ULTRARELATIVISTAS, de modo que cuando mis nudillos alcancen el costillar del desafortunado preplaya que osó cuestionar mi paseo del granjero en cinta, no encuentren al desafiante joven de dieciocho años sino a un varón metido de lleno en la senectud. Cabe considerar que si el movimiento no se ejecuta con la suficiente finura técnica y el resto de mi cuerpo no es solidario con el sistema de referencia centrado en mi puño, sufriría igualmente los efectos del paso del tiempo, de modo que acabaría como el
Sirviente de Volrath, con cara de viejo y brazo de MÁQUINA. Y si no se le espera a la salida cuando se le haya olvidado el incidente y se le parte la espalda con una barra olímpica, que para el caso es lo mismo, una venganza en diferido.
rendder rebuznó:
Me cago en la hostia
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Que no es coña, que este tío se tira las horas muertas en el mancuernas
La verdad es que sí, me gusta observaros en vuestra salsa, me resultáis entrañables con vuestras charlas, vuestras rutinas y vuestras dietas. Os contemplo con una media sonrisa, entre ternura y superioridad, como cuando me parapeto entre los setos que dan al patio de cierto colegio, a la hora del recreo, para ver a los NIÑOS. Me encanta ese AMBIENTE amateur que gastáis, esa camaradería de viril nalgada al compañero al salir de la ducha, la desfachatez de publicar esas marcas IRRISORIAS para comparar o cuando subís fotos tensando los tendoncillos, que parecéis sacados del especial Somalia de la National Geographic. Me gusta mucho, digo, que aunque apenas dediquéis un par de horas a la semana (siendo generoso, a las pruebas gráficas me remito) y la base de vuestros entrenamientos sea la superstición pura y dura, estéis ahí, para crear afición, y adorar a los que formamos la verdadera ÉLITE. Como el CRÍO que se pone la gorra de su padre policía y hace que patrulla por la casa. Nada de esto sería posible sin vosotros.
Perrino Chico rebuznó:
Una pregunta, quieres llegar al nivel de los tordos esos de las fotos o quieres ser aún más grande?
Repito lo de las fotos, pero tuyas coño, que se vea la progresión.
Como ya he dicho, el alto precio que voy a pagar por alcanzar el poder DESMEDIDO será la transformación en una abominación. El culturismo tal y como yo lo entiendo es lesivo, de contacto, arte marcial y enfocado a la mutación genética. Quiero convertirme en una máquina de matar, no en un puto tirillas de esos que se presentan al míster olympia. Si por mí fuera prohibía los espejos en los gimnasios, para que la gente siguiera dándolo todo sin saber que se están convirtiendo en monstruos. El entrenamiento debería realizarse sin ropa, para que nadie aprecia su hipertrofia porque la camiseta le ha estallado en pedazos en la última repetición del press de banca sin banca (sin banca se trabaja toda la espalda al completo, así como parte del tren inferior). Por último, los bravos erómenos deberían ir untados en aceite, para taponar los poros y que no se pierda valiosa testosterona a través del sudor, así como realizarse en ausencia completa de luz, para que hablando entre unos y otros no puedan enterarse de cómo de deformados están, y a unos sesenta grados de temperatura, para perder la mayor cantidad de agua posible aun estando en ciclo de volumen.