cuellopavo
El hombre y la caja
- Registro
- 23 Abr 2006
- Mensajes
- 15.401
- Reacciones
- 9.615
Un coche azul, nuevo y que parecía alquilado, paró a mi altura aquel domingo de mañana mientras corría un poco cerca de casa.
- Perdóneme, me gritan.
Me acerco al coche por la ventanilla del pasajero y saludo. El hombre con un cerrado acento italiano me pregunta la mejor manera de llegar al aeropuerto Kennedy.
- Si como no, haces así y así...
Con mucha amabilidad me da las gracias y me pregunta de donde soy; ooohh España, voy ahora por allá camino de Italia; mira amigo, vine a NY para una muestra de diseño y tengo unas excelentes prendas de nuestro producto, el avión sale en dos horas y no puedo volver con todas porque tendría que pagar mucho en aduanas. Mientras contaba su historia yo ya había notado la chaqueta de cuero en el asiento y dos más dentro de una elegante bolsa de plástico.
-Quiere comprarme alguna, es una oportunidad única.
Levanté la cabeza y me quedé mirándole a los ojos.
En la Barceloneta hacía un calor tremendo, faltaba como un mes para que comenzaran las olimpiadas, y yo intentaba arrancar mi Seat Ritmo después de todo un día de trabajo. Ya había puesto los intermitentes cuando un coche blanco, viejo y que parecía alquilado, paró casi a mi lado y un hombre vestido con un mono azul de trabajo bajó para preguntarme unas direcciones.
- Como no, mire hace así y así...
-Muchas gracias, me dice con un fuerte acento italiano, es que tengo mucha prisa, tengo que volver con mi camión a Italia, vine a traer unas prendas de muy buena calidad a la ciudad y tengo todas estas muestras aquí, y no puedo llevarlas de vuelta porque tendría que declararlas en la frontera, no te interesará alguna, no se que hacer con ellas.
No se cuanto tiempo pasé mirándole a los ojos pero en aquel momento pasaron mas de mil cosas por mi cabeza.
- Puedo verla? Y le eché la mano a la chupa de cuero, misma marca Valentino, perfecta imitación.
-Esta muy bien, cuanto quieres por ella?
-En la tienda tiene un precio de 400$ pero si me das 150$ ya puedo dejártela.
-Y puedo ver aquellas?, le dije señalando las del asiento trasero.
-Como no, y se giró en su asiento para coger las demás, sonriendo.
Vas a sonreír hijodeputa, pensé, y antes de que se diese la vuelta ya estaba yo a 200 metros con la chupa en la mano corriendo y riéndome de la estupidez que se me había ocurrido hacer. Miré hacia atrás y vi al hombre a lo lejos parado en la esquina, levanté la mano y le enseñé el dedo del medio bien en alto.
Después no pude dormir, pensando que en cualquier momento aparecería la policía por la puerta, pero os juro que hacía tiempo que no me reía tanto. Si a alguien le interesa una cazadora de cuero de marca italiana, que deje aviso, yo nunca puse las que compré ni voy a poner la que robé.
- Perdóneme, me gritan.
Me acerco al coche por la ventanilla del pasajero y saludo. El hombre con un cerrado acento italiano me pregunta la mejor manera de llegar al aeropuerto Kennedy.
- Si como no, haces así y así...
Con mucha amabilidad me da las gracias y me pregunta de donde soy; ooohh España, voy ahora por allá camino de Italia; mira amigo, vine a NY para una muestra de diseño y tengo unas excelentes prendas de nuestro producto, el avión sale en dos horas y no puedo volver con todas porque tendría que pagar mucho en aduanas. Mientras contaba su historia yo ya había notado la chaqueta de cuero en el asiento y dos más dentro de una elegante bolsa de plástico.
-Quiere comprarme alguna, es una oportunidad única.
Levanté la cabeza y me quedé mirándole a los ojos.
En la Barceloneta hacía un calor tremendo, faltaba como un mes para que comenzaran las olimpiadas, y yo intentaba arrancar mi Seat Ritmo después de todo un día de trabajo. Ya había puesto los intermitentes cuando un coche blanco, viejo y que parecía alquilado, paró casi a mi lado y un hombre vestido con un mono azul de trabajo bajó para preguntarme unas direcciones.
- Como no, mire hace así y así...
-Muchas gracias, me dice con un fuerte acento italiano, es que tengo mucha prisa, tengo que volver con mi camión a Italia, vine a traer unas prendas de muy buena calidad a la ciudad y tengo todas estas muestras aquí, y no puedo llevarlas de vuelta porque tendría que declararlas en la frontera, no te interesará alguna, no se que hacer con ellas.
No se cuanto tiempo pasé mirándole a los ojos pero en aquel momento pasaron mas de mil cosas por mi cabeza.
- Puedo verla? Y le eché la mano a la chupa de cuero, misma marca Valentino, perfecta imitación.
-Esta muy bien, cuanto quieres por ella?
-En la tienda tiene un precio de 400$ pero si me das 150$ ya puedo dejártela.
-Y puedo ver aquellas?, le dije señalando las del asiento trasero.
-Como no, y se giró en su asiento para coger las demás, sonriendo.
Vas a sonreír hijodeputa, pensé, y antes de que se diese la vuelta ya estaba yo a 200 metros con la chupa en la mano corriendo y riéndome de la estupidez que se me había ocurrido hacer. Miré hacia atrás y vi al hombre a lo lejos parado en la esquina, levanté la mano y le enseñé el dedo del medio bien en alto.
Después no pude dormir, pensando que en cualquier momento aparecería la policía por la puerta, pero os juro que hacía tiempo que no me reía tanto. Si a alguien le interesa una cazadora de cuero de marca italiana, que deje aviso, yo nunca puse las que compré ni voy a poner la que robé.