Si alguno os animáis a escribir la panacea en 10 cómodos pasos, tan adaptado a la vida moderna (max productividad min esfuerzo), estaré encantada de leerlo.
1. Búscate un hombre al que le gustes.
¿Para qué cojones ir a un gimnasio, pasar hambre y comprarse cremas? El mundo está lleno de fetichistas y nuncafollistas, hay miles de pervertidos desesperados a los que tu piel de naranja se la pondrá como el diamante y que encontrarán tu bizquera eróticamente exótica. No hay que buscar demasiado, levanta la mirada cuando estés en un lugar concurrido y sonríe, ellos vendrán solos.
2. Cómprate ropa donde se la compran las sudacas.
Lencería fina, vestidos con clase y tacones de 400 € para arriba. Si ya es tu novio, ¿qué mierdas haces derrochando dinero en esas tonterías? Vete a un ghetto de la gran ciudad, recorre sus tiendas de ropa, ambientadas con bachata a 140 dB y cómprate las prendas más minúsculas que encuentres. True whore clothing. (Nota de tu ginecólogo: se recomienda posponer tanto como sea posible la hora de ponerse la ropa interior adquirida en estos establecimientos)
3. No le lleves la contraria.
A los hombres nos gusta que nos den la razón, principalmente porque la solemos tener, así que es bueno que le concedas esto y así reafirmes su posición dominante como macho, en lugar de castrar sus argumentos con verborrea femenina. En resumen, cállate la puta boca y no malgastes saliva, que la vas a necesitar.
4. Emborráchale.
Págale unas cervezas, preferiblemente pintas, para que se sienta como un bárbaro bebiendo de un vaso de proporciones obscenas. No te pases o podrá tener la excusa de simular que ronca al llegar a casa.
5. Dale entretenimiento masculino.
Fútbol, rugby, algún combate de boxeo o algún juego ultraviolento de la playstation si no hay ningún evento deportivo capaz de sacar lo peor de él. La idea es estimular el bruto que lleva dentro pero sin darle opción a descargar la ira. No hace falta que estés presente, dedícate a tus cosas y calcula la hora a la que finalizará el evento. Ten un sms ultracerdo preparado y envíalo un minuto y medio después de que acabe, cuando su cuerpo esté pidiendo más estímulos primitivos. Si no sale en tu búsqueda echando espuma por la boca, no sigas leyendo, manda a la mierda a ese maricón y vuelve al punto 1.
6. Espía su porno. Documéntate.
Todos los hombres tienen algún fetiche. Por algo está él contigo, gorda. Es posible que además del amor por las ballenas tenga en sus fantasías alguna práctica que puedas llevar a cabo fácilmente. Explora algún día su carpeta de porno y toma notas. El sexo anal y los tríos no serán lo único que encuentres, algo facilito habrá que no le hayas hecho aún. Si el único punto en común son tías con cuerpo de calendario, vuelve al punto 1 o chúpasela mientras él mira en la pantalla una de esas películas. ¿O acaso prefieres ir al gimnasio?
7. Sexo oral. Sin dientes.
Consejos sobre técnicas a la hora de chupar un penis sólo os los puede dar una mujer o Cosa Nostra, lo único que yo sé es que no debe ser tan difícil darse cuenta de cuando algo funciona. Si le haces daño tal vez no se queje, pero se pondrá tenso, si simplemente lo haces mal se aburrirá, así que la próxima prueba algo diferente o ve cambiando de tercio cada cierto intervalo de tiempo. Si sangra igual no hace falta que se queje, límate las caries, puta.
Y recuerda, cualquier momento es bueno para una mamada.
Ah,
importantísimo, diez letras que te servirán para encontrar marido antes de que se te pase el arroz: DEEPTHROAT.
8. Pásatelo bien.
Este decálogo es para satisfacer a un hombre, pero tienes la suerte de que nuestro ego se centra básicamente en el acto sexual y en cuántas veces nos quotean en un foro (si... ¿no?). Si él cree que su titánico miembro te hace ver las estrellas, se irá bastante contento. El teatro y los berridos no son necesarios, esfuérzate en pasarlo bien de verdad y no en ganar un Razzie.
9. Déjale descansar.
Dos minutos intentando no eyacular precozmente suponen un desgaste físico y mental acojonante. Concédele el descanso del guerrero y no des la brasa. Lo mejor que puedes hacer es irte a la cocina y volver con un bocata de al menos 7 ingredientes, vestida con una camiseta que le hayas quitado de la colina de la plancha y un tanga. Las calorías y la naturaleza harán el resto y pronto tendrás otra ración de carne en barra como premio al cumplimiento de tus deberes.
10. Si tienes dudas, pregunta, subnormal.
No por ser el último iba a ser menos importante. Si no estás segura de que algo esté lo suficientemente bien, pregúntalo sinceramente, con una mirada que demuestre que quieres la verdad y nada más que la verdad. Sé convincente porque esto último va en contra de lo que nos han enseñado y todos pensamos que a las mujeres os gusta que os mientan, pero si pretendes tener a tu forero contento, deja que sea él quien te diga cómo quiere que le cagues en el pecho.
Y hasta aquí el decálogo para que la zorra moderna, vaga y simple cual gaditana común, satisfaga sexualmente a un hombre.
He recibido numerosas súplicas para que publique un decálogo similar para satisfacer a una mujer, aquí lo tenéis:
1. iskariote.
2-10. Las nueve cifras de mi número de teléfono.