Ah, tenía ganas de postear aquí pero no se me ocurría ninguna excusa.
Me hallo consternada por la reciente historia en la que me he visto inmiscuida. Todo pasa por meterse en líos en la internet con críos, no saben de que va el cuento todavía y luego se lían pifostios. Resulta que un niño me camela por el flickr, se me declara y yo lo veo, digo "qué guapito" y vamos adelante. Lo persuado con mi prosa aburrida de madrugada y picamos ambos. Todo bien hasta que entra en escena la novia, que cuando os diga la edad que tiene os revienta el encéfalo. 16 tiene ella. Dieciseis. Por muy jovencita que yo pueda ser, ella es una puta teen. Y se entera de que él me baila la gracias. El niño viene a verme a mi ciudad con la excusa de unos conciertos, follamos y a la mañana siguiente me encuentro una invitación para el messenger de la cría. Vamos a ver, hasta aquí yo me eximo de culpa.
Pero entonces entra lo que me escuece. He tomado la determinación de caerle lo mejor posible a esta niña para que dentro de su odio más profundo, sabiendo que su crío se acabó el bote de aceite para masajes en mi espalda, se dé cuenta de que soy una tia encantadora (aunque no lo parezca).
Qué sobrada voy, en realidad no tengo vida: esto lo vi en un capítulo de Física o Química.