Lo que no hay es falta de empatía suficiente. Pero qué asco me da, de verdad. Lo único que me da más asco de Madrid son las viejas y las palomas. El otro día una puta vieja en el Lidl retrasando toda la cola porque estaba empeñada en que las putas napolitanas de cacao tenían que costar 0,99 porque decía ella que lo ponía en un catálogo. Si me paro a pensarlo me dan pena los viejos porque se que están confundidos, que las grandes superficies están diseñadas para expulsarlos, pero en el momento de lo que tengo ganas es de meterles los pulgares en los ojos.
Estoy agresivo. Pero es que en Madrid hay muchos viejos rentistas asquerosos. Los ves entrando y saliendo de sus putos pisazos en propiedad, sabiendo que todos son votantes de los de siempre, las viejas derroídas paseando con sus visones rancios. Una puta limpia es lo que hay que hacer.
Edito: estoy de mala hostia, será el calor o algo.