Subnormal el maricón de tu padre que os abandonó.
Comprábamos los libros "repetitivos y monotemáticos, que habían agotado su capacidad de provocación" por anticipado, pues de eso trataba el mecenazgo, entregar el dinero antes de su publicación, e incluso íbamos a Cuzco -en Madrid, España, no hasta Perú- para recogerlo y ahorrar al precario autor los gastos de envío, todo por una mezcolanza de simpatía, piedad y compasión. Sin embargo, las malas conductas cuando no tienen ninguna justificación, como haber servido al seboso proxeneta estafador y corruptor de menores o escribir en la sombra los libros de la muñeca hinchable de Mollerusa, todo por pasar extrema necesidad económica, deben ser sancionadas, en este caso retirando el apoyo, dado que ni siquiera había talento en unos libros repetitivos y monotemáticos, que habían agotado su capacidad de provocación. Durante algunos años prefería comprar los libros a tener algunos recursos básicos que necesitaba, pero dada la persecución contra quienes rechazamos mantener una industria ganadera criminal, del mismo modo se retira el apoyo a quien lo respalda.