Apofis
No-calvo de mierda
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Mi apuesta es que Putarena se enteró de lo de las casas y se fue al hospital a envenenar a Marcos.Macarena llega de la boda de su hermana. No había dicho nada a nadie de su familia para no joderles la boda. Me llega desolada, así que hago lo único que puedo hacer: consolarla, y no, no con rabo.
Pasan las siguientes 48 horas, visitas a Marcos y a un hermano suyo, etc... el resto de la familia de Marcos estaba mosca con ella por haberlo dejado. No voy a entrar en más detalles.
Una vez que el shock inicial ha pasado, decido sentarla y decirle lo que ya me vino a la cabeza mientras me decía por teléfono lo del cansa de Marcos:
Un año infernal en el que a pesar de tener mi bendición y comprensión para que le apoyara, en muchas ocasiones iba a verlo al hospital a escondidas. Aprovechaba una visita a su hermano, para ir también al hospital, pero luego sólo me contaba lo primero, por ejemplo.
- Macarena, si ahora nuestra relación era complicada, con lo de Marcos va a ser imposible. Entiendo que vas a estar apoyándole, y con la cabeza pensando en como irá todo. Es normal, lo entiendo y no pasa nada. Lo mejor es que lo dejemos ahora que estamos de buen rollo, y te dediques a apoyar a Marcos de la manera y forma que creas más conveniente, y ya está.
- Nooooo, Redpo, noooo....yo a Marcos lo quiero mucho, pero no estoy enamorada de él, ya lo sabes, yo te quiero a tiiiiii....te necesito más que nuncaaaa.....
- Ya lo sé, te creo. Pero repito, piénsalo un poco. Tu madre ya me odia y ni me conoce, y ahora lleva llorando por Marcos desde que se ha enterado de su cansa. Yo no existo para mucha gente de tu entorno, ya que ese entorno es (o era) compartido con Marcos. (Típicas parejitas). ¿Cómo vas a aparecer conmigo de la mano a un sitio en el que estén amigos en común, máximo ahora que está con cansa? No, no hay manera. Mejor lo dejamos aquí, con todo el dolor, en serio. Créeme, Macarena, no veo manera de que manejes esta situación.
- Nooooo, Redpo, noooo....yo a Marcos lo quiero m...Blao y bucle. :
Con su familia, de mal en peor. La madre de Macarena, preocupada por Marcos con la misma angustia que si de un hijo suyo se tratara (lo entiendo, nada que objetar), pero seguía estando vetado en su casa.
Las broncas con Macarena eran de órdago, yo ya estaba hasta los cojones de que no supiera imponerse, aunque fuera un poco, a su madre. Que no hacía falta que le explicara lo puta que es, bastaba que me eximiera de cualquier responsabilidad de su ruptura con Marcos, por ejemplo. Algo fácil de entender y explicar, joder. En el vecindario se oían fácilmente las discusiones, bueno, su voz en las discusiones, ya que salvo contadísimas ocasiones, yo NUNCA elevo el tono de voz cuando discuto. Ni falta que me hace.
Lo voy a tener que dejar por hoy, muy a mi pesar (tírenme piedros). Pero antes, les dejo con un dato que desarrollo en la próxima entrega (mañana, palabrita del niño Jesús):
El buenazo (o gilipollas) de Marcos había puesto el chalet y dos pisos en la costa oeste de Mallorca a nombre de los dos. ¿Apuestas?
Tú, que siempre estás del lado del bien, armaste un lío de la hostia que los vecinos OYERON EN TODO EL VECINDARIO, porque la decías que eso de ir a matar a su ex no estaba bien porque si lo hacía su madre pensaría que habías sido tú.
La otra todo loca te dijo que se iba a ver a su amiga maría pero como tú te olías el pastel porque no se te escapa una traición y la seguiste en tu Chevrolet Corvette, porque si de algo sabes es de seguir a la gente.
Llegaste justo a tiempo porque mientras marcos dormía en el hospital, Putarena tenia una jeringuilla sin líquido que le iba a pinchar en la aorta. Tú diste una voz que OYERON EN TODO EL VECINDARIO y la arrebataste la jeringuilla. En ese momento llegó la madre y te vió a ti con la jeringa y la otra llorando.
Como buena mala puta dió la vuelta a la tortilla y dijo a tu madre que estabas intentando matar a Marcos, que era redpo, el que la maltrataba.
Pasaste esa noche en el calabozo y te echaron porque al momento que tú llegaste, la celda se convirtió en una puta porqueriza y empezaron a aparecer goteras y un frío de cojones.
Llegaste a tu casa y allí estaba Putarena haciendo la maleta sin querer ni mirarte y solo cuando el tasista metía su samsonite en el maletero y ella te hacía un corte de mangas desde los asientos traseros mientras te enseñaba un billete de avión solo de ida destino Corea del Norte, tú gritaste con una voz que SE OYÓ EN TODO EL VECINDARIO: " vete de mi casa, mala puta"
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