Spade
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Buenas noches, damas y caballeros.
Les propongo el siguiente ejercicio parafilosófico, que pueden transformar a voluntad en hilo de forochat o de insultos hacia mi persona o la de otros, que también desestresa mucho y a mi personalmente lo que les haga felices siempre me parecerá bien.
Vamos allá:
Axioma: aunque el ideal de seductor de féminas no es fácil de describir de pies a cabeza, hemos de estar de acuerdo en que existen ciertos rasgos que le son comunes. Estos han sido discutidos hasta la saciedad en varios hilos, pero es de rigor señalar que una personalidad "canalla", lo que viene siendo la sana picardía - y hasta la vil picaresca - son atributos esenciales que diferencian al pajafantas de turno del seductor que se las acaba llevando al catre.
Eppur... aunque esto puede dar lugar a una satisfactoria serie de encuentros sexuales sin compromiso - sentimiento loable y compartido por el autor de este hilo -, mas tarde o mas temprano es casi inevitable ser "cazado" en una relación semi-estable.
ENTONCES
Inevitablemente ocurre: la fémina en cuestión, aunque en un plano superficial ha sido seducida por el lado rebelde del que hemos hecho gala, a un nivel casi genético ANSÍA cambiar esos rasgos incontrolables hasta lograr reducirte a un títere fácilmente manipulable.
¿Las razones? Tal vez, como he mencionado, genéticas: toda hembra requiere de un macho que la mantenga durante ese largo e inoperante periodo de gestación y la subsiguiente temporada de crianza. El macho elegido debe MODIFICAR su comportamiento para adaptarse a las necesidades de la hembra: en definitiva, convertirse en un pelele.
PERO
Los tiempos cambian y somos algo más que vehículos del gen egoísta, algo más que cachos de carne con motor de sangre y linfa. En ocasiones, la hembra NO busca un maridito y futuro padre de sus hijos (sería discutible si realmente SÍ la buscan, pero INHIBEN voluntariamente dicho deseo).
En ese caso, nos encontramos ante el DILEMA.
La hembra se ha sentido atraída por el concepto esquivo de MACHO ALFA que presentábamos inicialmente, PERO, para mantener la relación, desea - consciente o inconscientemente - CAMBIAR esas actitudes nuestras que han hecho que se fije en nosotros.
ERGO, desea transformarnos en algo que NO es aquello en lo que se fijó, por lo que, de lograr el éxito absoluto, se corre el riesgo de que se pierda aquello que hizo fructificar la relación en el principio, pero de NO lograr hacernos mutar, es probable que decida terminar optando por alguien mas manipulable.
Resumiendo:
Una jodienda.
Les propongo el siguiente ejercicio parafilosófico, que pueden transformar a voluntad en hilo de forochat o de insultos hacia mi persona o la de otros, que también desestresa mucho y a mi personalmente lo que les haga felices siempre me parecerá bien.
Vamos allá:
Axioma: aunque el ideal de seductor de féminas no es fácil de describir de pies a cabeza, hemos de estar de acuerdo en que existen ciertos rasgos que le son comunes. Estos han sido discutidos hasta la saciedad en varios hilos, pero es de rigor señalar que una personalidad "canalla", lo que viene siendo la sana picardía - y hasta la vil picaresca - son atributos esenciales que diferencian al pajafantas de turno del seductor que se las acaba llevando al catre.
Eppur... aunque esto puede dar lugar a una satisfactoria serie de encuentros sexuales sin compromiso - sentimiento loable y compartido por el autor de este hilo -, mas tarde o mas temprano es casi inevitable ser "cazado" en una relación semi-estable.
ENTONCES
Inevitablemente ocurre: la fémina en cuestión, aunque en un plano superficial ha sido seducida por el lado rebelde del que hemos hecho gala, a un nivel casi genético ANSÍA cambiar esos rasgos incontrolables hasta lograr reducirte a un títere fácilmente manipulable.
¿Las razones? Tal vez, como he mencionado, genéticas: toda hembra requiere de un macho que la mantenga durante ese largo e inoperante periodo de gestación y la subsiguiente temporada de crianza. El macho elegido debe MODIFICAR su comportamiento para adaptarse a las necesidades de la hembra: en definitiva, convertirse en un pelele.
PERO
Los tiempos cambian y somos algo más que vehículos del gen egoísta, algo más que cachos de carne con motor de sangre y linfa. En ocasiones, la hembra NO busca un maridito y futuro padre de sus hijos (sería discutible si realmente SÍ la buscan, pero INHIBEN voluntariamente dicho deseo).
En ese caso, nos encontramos ante el DILEMA.
La hembra se ha sentido atraída por el concepto esquivo de MACHO ALFA que presentábamos inicialmente, PERO, para mantener la relación, desea - consciente o inconscientemente - CAMBIAR esas actitudes nuestras que han hecho que se fije en nosotros.
ERGO, desea transformarnos en algo que NO es aquello en lo que se fijó, por lo que, de lograr el éxito absoluto, se corre el riesgo de que se pierda aquello que hizo fructificar la relación en el principio, pero de NO lograr hacernos mutar, es probable que decida terminar optando por alguien mas manipulable.
Resumiendo:
Una jodienda.
