Main man
Limpia, fija e invita a putas a coca-colas
- Registro
- 4 Feb 2006
- Mensajes
- 9.115
- Reacciones
- 22
Cuando sucede, brota en mí una ira hirviente capaz de convertirme en un ser anormal. En bastante más anormal. Esta tarde ha pasado.
Estaba degustando una caña y unas bravas con un amigo, hablando de llo divino y lo humano, cuando la charla en una mesa próxima de unas bollycaos de extracción social jenny, comenzó a pasar de molesta a insoportable. Se trataba de un grupo de cinco orcos, todo lorzas, todo pelo crespao, flequillos ochenteros o melena rizada tipo estropajo nanas. Una decía alguna ordinariez y las otras la coreaban con risas estentóreas que iban cobrando intensidad. Se turnaban en tales menesteres.
Entre tanto ji ji y ja ja, mi estado de ánimo se iba perturbando progresivamente. Así se lo hice saber a mi amigo, que me rogó desistiera en mi voluntad de acercarme a su mesa y vociferar un estruendoso:
¿¿QUERÉIS CALLAROS DE UNA VEZ, ATAJO DE PUTAS??
Yo me estaba volviendo cada vez más loco. Es algo que me pasa cuando la situación se convierte en hostil. Me dan ganas de gritar, de romper cosas o de injuriar gravemente al que me jode. Por fortuna, antes de que yo me volviera anormal del todo, se marcharon. Y di en pensar lo siguiente: estoy convencido de que si la manada de bichos hubiera sido un grupo de chicas guapas, esbeltas, con pendientes de perla... de las que a mí me gustan, vamos, otro hubiese sido el discurrir de la tarde.
Pero no. Quienes montan esas algarabías hiperbólicas, el clímax de la vulgaridad, quienes te joden la tarde riéndose como hienas, siempre son jennys vacaburras.
Eso me llevó a plantearme una alternativa: ¿las jennys modelo vacaburra se hacen notar sin darse cuenta o son tan infraseres que todo les suda su tremenda breva?
Y si ya jodían al personal con su mera existencia, sólo saliendo por la puerta de casa, cuando encima se hacen notar adrede, ¿por qué lo hacen? ¿No les importa dar aún más asco?
Estaba degustando una caña y unas bravas con un amigo, hablando de llo divino y lo humano, cuando la charla en una mesa próxima de unas bollycaos de extracción social jenny, comenzó a pasar de molesta a insoportable. Se trataba de un grupo de cinco orcos, todo lorzas, todo pelo crespao, flequillos ochenteros o melena rizada tipo estropajo nanas. Una decía alguna ordinariez y las otras la coreaban con risas estentóreas que iban cobrando intensidad. Se turnaban en tales menesteres.

Entre tanto ji ji y ja ja, mi estado de ánimo se iba perturbando progresivamente. Así se lo hice saber a mi amigo, que me rogó desistiera en mi voluntad de acercarme a su mesa y vociferar un estruendoso:
¿¿QUERÉIS CALLAROS DE UNA VEZ, ATAJO DE PUTAS??
Yo me estaba volviendo cada vez más loco. Es algo que me pasa cuando la situación se convierte en hostil. Me dan ganas de gritar, de romper cosas o de injuriar gravemente al que me jode. Por fortuna, antes de que yo me volviera anormal del todo, se marcharon. Y di en pensar lo siguiente: estoy convencido de que si la manada de bichos hubiera sido un grupo de chicas guapas, esbeltas, con pendientes de perla... de las que a mí me gustan, vamos, otro hubiese sido el discurrir de la tarde.

Pero no. Quienes montan esas algarabías hiperbólicas, el clímax de la vulgaridad, quienes te joden la tarde riéndose como hienas, siempre son jennys vacaburras.
Eso me llevó a plantearme una alternativa: ¿las jennys modelo vacaburra se hacen notar sin darse cuenta o son tan infraseres que todo les suda su tremenda breva?

Y si ya jodían al personal con su mera existencia, sólo saliendo por la puerta de casa, cuando encima se hacen notar adrede, ¿por qué lo hacen? ¿No les importa dar aún más asco?
