jou29 rebuznó:
y es que cuando vas fuera siempre hay que preguntar el precio
Esta frase resume la filosofía del buen viajero, con el tiempo la aprendes. A esto sólo se escapan los restaurantes que te cobran aparte el servicio o el pan, que a veces son unas clavadas de órdago.
El último timo me lo han dado en casa, por andar desprevenido. Una ración de queso (ocho lonchas generosas de buen queso curado) por 19 euros en una terraza de la plaza mayor. Lo pedí y no venía en la carta, se me olvidó preguntar... y lo pagué.
En cuanto a taxis, un par de experiencias malas:
- En Bulgaria, al llegar al hostal descubrí que había taxis de diferentes tarifas, en función de la bondad del vehículo en sí, yo había pagado la más cara, quince euros del aeropuerto a la playa. Una fortuna allí.
- En Rumanía, en el mismo viaje, estando ya a la defensiva, tomé un taxi aconsejado por el dueño de la casa en la que me alojaba, me dio la dirección escrita en rumano y me aseguró que serían cuatro euros a lo sumo. El taxista, deliberadamente, me llevó a una estación de autobuses distinta y dijo que se había equivocada, que el creía, que el pensaba... Le dije que no iba a pagar más de cuatro euros. Discusiones, gritos, insultos en rumano y en español. Le dije que llamara a la policía, que yo llevaba razón, metí a un intérprete (inocente viandante) en la discusión para que mediara. Al final, como es normal, se achantó y me llevó. No solté un duro más de lo que le dije, sólo tuve buen cuidado de no bajarme del taxi hasta que lo hizo él por si le daba por robarme la maleta.
Y un taxista cojonudo recientemente en El Cairo, si alguien quiere el número que me lo pida. Por veinte euros estaba dispuesto a ser nuestro transportista durante un día completo (11AM-23:00). El tío era tan simpático, tan ilustrativo y tan útil, se portó tan bien que con gusto le dimos cuarenta euros. Nos consiguió una faluca barata para pasear por el Nilo, nos llevó de tiendas (sin compromiso y por petición nuestra) a un barrio de no guiris, nos llevó a visitar por iniciativa suya la ciudad de los muertos (fuera de los programas habituales), nos hizo fotos con la puesta de sol y una panorámica de las pirámides en un sitio que él conocía, nos recomendó un restaurante precioso, nos dijo en qué sitios cobraban entrada y en cuales no, horarios, etc. Además, nos esperaba a la puerta como señoritos. Estupendo y muy recomendable. Saludos Khamal.