Lo del cáncer es un medio para que se os de la oportunidad de redimiros y comprender vuestra equivocación. Es una oportunidad que puede que el destino os brinde, o puede que no. Tal vez venimos a este mundo para aprender, y a algunos sólo se os abrirían los ojos por medio de ese trance amargo que es sufrir un buen cáncer. Es la única forma en la que se me ocurre que se pueda insuflar humildad en algunas cabezas. No hay que confundir unas cosas con otras. La humildad es una gran virtud, es un buen basamento sobre el que edificar un proyecto de vida, es un buen sustento para el espíritu. Si sustentamos nuestra vida en lo material, en tratar de conseguir disfrutar de lo mejor que haya, en proyectar una imagen ilusoria tanto hacia los demás como hacia nosotros mismos, acabamos podridos y pavoneándonos en los foros de internet del dinero que hemos ganado, los viajes que hemos hecho y la marca de puros que nos gusta fumar los viernes por la noche.
Yo no me considero buena persona, no tiene nada que ver con eso. Sólo creo poder ver más allá de mi nariz. El autoodio y el autodesprecio son el otro extremo, no es necesario caer en eso, aunque sí es cierto que una persona que antes de ver la paja en el ojo ajeno ve la viga en el propio merece más la pena que un tipo engreído y pagado de sí mismo. Estar contento con uno mismo no significa creer que tu opinión es la correcta siempre, o que tú has pasado por trances más duros y de mayor entidad que los que tienen tendencia a ser críticos consigo mismos. Yo estoy bastante contento conmigo mismo porque soy capaz de vivir con mis defectos y con las malas decisiones que he tomado en la vida. Sé que muchas veces no he hecho lo correcto, es parte de mi historia. Para ir erguido y con la cabeza alta no es necesario jactarse de que uno es el mejor vestido de Barcelona y estupideces similares. Son pequeños detalles que esconden el infierno detrás, y sólo una experiencia cercana a la muerte puede hacer que se caiga la venda de esos ojos.
Os odio porque no os es suficiente con disfrutar de vuestros placeres, con gozar de esa vida que os hace sentir orgullosos y contentos, sino que además pretendéis dar lecciones a otras personas, las despreciáis y las insultáis. Sois el epítome de todo lo que odio en esta sociedad y en la raza humana en general. Por vuestra culpa nunca se realizarán las utopías ni se alcanzará nunca la paz. Vuestras ansias por competir y vuestra prepotencia os lleva a la desmesura y con vosotros arrastráis a los débiles de espíritu.
Además sois culpables de que el foro ya no mole tanto.