Me parece perfecto. No seré yo el que abra un hilo pidiendo explicaciones.
Pero a ver, loco, que estoy en transición irreversible a PCM. Sólo puedo arreglármelas con las que paso el corte físico, pero una vez paso ese corte lo hago bastante bien, eso sí.
Bueno, era coña. Pero yo no puedo envidiarte
@Sir Ano de Bergerac porque yo no haya follado como tú a tu edad porque yo había decidido otra vida y aunque me follaba siempre a la misma crecía por otro lado, uno por el lado de los hijos, que es una experiencia que valoro mucho y por otro lado en otras facetas de la vida. Luego la vida me ha llevado por otros derroteros y aunque hay una parte que no controlas siempre puedes intentar ir encauzando tu vida tras unos objetivos que te marcas.
El tema es que si tuviese tu edad, aún en proceso de PCM (supongo que PCM es Puto Cuarentón de Mierda), y viéndome que no estuviese en una relación larga a la antigua usanza pues no actuaría diferente a ti. Lo gilipollas sería hacer lo contrario. Pero es que
no puedo sentir envidia de algo que ya no puedo vivir, por mucho que me pueda cabrear que yo no esté en el target de una veintimuchoañera común, simplemente desde la barrera observo qué puede hacer una persona que sí lo está, que lo sabe y que actúa en consecuencia. Y me alegro sinceramente por ti, porque sé que lo gozas y lo disfrutas y empáticamente me pongo en tu lugar y sé que lo disfrutaría mogollón.
Es como ver el fútbol desde la grada porque sabes que ya no estás para estar en el campo y que tus oportunidades son cero, pero desde la grada te alegras de los goles de tu equipo y te alegras porque ese jugador en ese momento lo está disfrutando.
Siempre en el equipo hedonista, por supuesto.
Quizás el problema es no haber tenido ningún tipo de experiencia, ni de ese tipo ni de otro, que no sabes valorar ni empatizar. Y tampoco sabes valorar que tuviste tu tiempo de hacer lo que quisiste, debiste o pudiste hacer y que pasado ese tiempo puedes verlo con nostalgia, imaginar qué hubiera pasado si hubieses elegido otras opciones pero envidiar, desde luego, poco sentido tiene.
Porque la primera víctima de la envidia es uno mismo. Es un sentimiento muy destructivo y tremendamente incapacitante. Si sentí celos o envidia de chaval es algo que conseguí enterrar tan hondo que diría que no recuerdo sentir envidia y tampoco celos, o no al menos desde hace muchas décadas.