El hilo definitivo de la cucaracha clásica.

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He visto muy pocas cucarachas en mi casa, rollo una al año, no vivo en ningún edificio viejo ni llega la mierda hasta el techo. Pero desde que hace 8 años vivo con un gato, no he vuelto a ver ninguna. No sé si las cazará cuando yo no miro, o se corre la voz entre ellas y prefieren ir a visitar a los vecinos. Para todo lo demás es una mierda tener gato, solo se acuerda de que existes cuando quiere comida o que le abras alguna puerta, con la ocasional meada en el sofá y vómito de pelos en el suelo
 
Recuerdo una noche de Verano en Madrid que tuve que pasar en la calle porque perdi el ultimo autobus a un pueblo donde iba. El hecho es que pasadas las 10 de la noche, los arcenes parecian ciudades de ellas, donde de dia deambulaban patones, de noche caminaban estos maravillosos seres aprovechando la poca gente y el poco ruido de la noche en la calle (no fue en un fin de semana).

Quede impactado viendo como salian de las alcantarillas por cantidades. Tuve que recostarme en un banco de un parque pero sin dormir por el miedo a cualquier individuo extranyo, humano y no humano.
 
Efectivamente mi querido chancho, a las 7 tiraré millas, será muy productivo volver a un piso vacío a esperar la muerte, por lo menos no tengo cucas :lol:

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Pero tienes unas serpientes que un dia te comeran los ojos.
 
Es que de hecho la americana parece ser que es originaria del África tropical aunque reciba el nombre de americana por ser el lugar donde se identificó por primera vez el bicho.

Es que allí las llamaban "los pinchos de las cañas"
 
¿Sabéis que las cucarachas son del mismo grupo que las mantis religiosas?

Lo que comentaba de las cápsulas de huevos (ootecas creo que se llaman) es algo así:

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Mirad qué monas las mini cucarachitas recién nacidas :oops:

Hace no demasiado, iba a pesarme (en pelotas) y al bajar la báscula de la leja de arriba del armario me saltó una cucaracha de estas americanas, de unos 5 cm, que bajó por mi brazo, pecho, pubis y muslos hasta el suelo. Simplemente me quedé quieto, y cuando bajó de su recorrido y se quedó agazapada, se llevó un zapatillazo que la dejó hecha un póster. Evidentemente no me dan miedo, pero 9 de cada 10 personas se hubiera puesto a gritar cual flanders.

De bonus, es relativamente típico que se metan en cosas húmedas dejadas a secar, como trajes de neopreno o escarpines. En uno de mis múltiples buceos, uno de los escarpines estaba más "pinchante" que el otro; al quitármelo despúes del buceo contemplé con gracia cómo había triturado una cucaracha, mientras el resto del barco miraba con sorpresa - asco. No sé si @Nikoro o @stavroguin 11 han sufrido cosas similares, pero tengo al menos dos compañeras que les ha pasado, pero en el traje. Una empezó a notar (en profundidad) cómo se le movía la cucaracha por la espalda :lol:
Con el puto asco que me dan esos bichos, hubiese sido accidente descompresivo seguro.

En determinados sitios de los tristes trópicos, siempre sacudo ropa y calzado antes de ponérmelos.

En casa ya se ocupa este de todo lo que se mueve por el suelo. Ni una puta cucaracha he visto en 15 años.

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¿Que clase de pantuflas me lleva don Cimmerio? :lol:
A mi me ha entrado la paranoia de si tenía alguna y ahora al despertarme he hecho la prueba de fuego, encender la luz de la cocina e inspeccionar rápidamente por todas partes, ni una correteando, menos mal.
Por lo menos estás activo entretenido buscando bichos, tener la cabeza limpia de tentaciones es la saluc.
PD:las cucarachas están fuera, conspirando contra ti.
MATALOS A TODOS.
 
En mi casa la verdad que no he visto ninguna cucaracha, ahora, eso sí, casi todos los veranos aparece un hilillo de hormigas de esas minúsculas que entran por el baño o por el balcón, su puta madre. Voy a tener que probar eso del borax que han comentado por ahí.

Ya si eso, si me dan permiso por no ser cucarachas y desvirtuar el hilo, pongo mi anécdota con los chinches, a la hora de fumigar no salí en los periódicos de milagro.
 
Antes en el pueblo habia de todo, cucarrachas, mantis (que todavia me resultan medio simpaticos), alacranes con cara de mala leche, arañas como la palma de mi mano, ciempies, escarabajos que parecen tanquetas, moscas, etc. pues las alegrias de vivir en el campo.
Ahora en la ciudad con mucho un mosquito de vez en cuando.
 
Tito & Tarantula y Tarantino, ya lo habían adelantado

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En 11 años viviendo en el Norte no he visto NI UNA cuki en casa, propia o ajena. Pero aquí en el Sur son de lo más habitual, las ves por la calle cualquier noche. Las domésticas antes eran negras y grandes, pero de unos años a esta parte las que cazo son marrones y algo más pequeñas. Las muy cabronas saltan. Son algo más descaradas, no salen corriendo cuando notan la luz o tu presencia cerca, pero no dudan en tirarse a donde sea a la hora de escapar. Y caen de pie, como los gatos. Como no las acribilles a la primera, date por jodido porque salen echando virutas por el suelo y no las vuelves a ver. Tienen unos reflejos que lo flipas.

Así como anécdotas, siempre me vienen a la memoria dos situaciones, ya antiguas. Una, parecida a lo que ha contado ILG, cuando hicieron obra en los locales del bajo del edificio donde viven mis padres para transformar un almacén que estaba en el sótano. Vino una empresa de fumigación, echó su peste matarratas y era digno de ver la marabunta de bichos que salían de todas las rendijas del local, buscando la calle como poseídas. Hasta salían a chorro por el agujerito ese que tenía una alcantarilla redonda que estaba en la acera, cerca del local. Todo el bichamen se puso a trepar por el edificio, que tenía la fachada revestida con la arena esa que le echan, y se le colaron a la vecina del primero por el balcón. Los gritos de la gorda se oyeron en medio barrio y montó un pollo flipante que acabó en la desinsectación de to er broque (como decimos aquí).

La otra fue en casa, comiendo en la cocina toda la familia un domingo cualquiera de verano. Seis a la mesa a las tres de la tarde con mis padres y mis hermanas. Carne con patatas y unas fuentes de ensalada para compartir. En estas que, a medio comer, noto que me cae algo en la calvorota. La sensación la recuerdo todavía, porque fue muy extraña, como si me hubieran tirao en el cartón un pegote de mierda, pero que no resbalaba ni nada. El gesto inconsciente fue llevarme la mano a la cabeza en silencio, sin parar de comer, y recoger lo que fuese. Qué ascazo cuando vi una pedazo cucaracha negra como un langostino de grande. Su puta madre qué susto. Sacudí la mano por reflejo en cuanto me vi semejante bicharraco en la mano, que fue a parar directo al filete de mi hermana pequeña, que estaba a mi derecha. Mi hermana que pega un grito y le mete una ostia al plato que lo pone del revés. Alioli para todos. Follón y revuelo que se monta de repente, porque nadie entiende qué cojones está pasando (menos yo). La niña intentando hacerse entender, acusándome de tirarle una cucaracha en la comida, y yo buscando el bicho de reojo por la mesa para no meter más presión, hasta que apareció poco después buceando en una de las ensaladas. Ese día sólo comimos melón.
 
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Un día también evolucionaran

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En 11 años viviendo en el Norte no he visto NI UNA cuki en casa, propia o ajena. Pero aquí en el Sur son de lo más habitual, las ves por la calle cualquier noche. Las domésticas antes eran negras y grandes, pero de unos años a esta parte las que cazo son marrones y algo más pequeñas. Las muy cabronas saltan. Son algo más descaradas, no salen corriendo cuando notan la luz o tu presencia cerca, pero no dudan en tirarse a donde sea a la hora de escapar. Y caen de pie, como los gatos. Como no las acribilles a la primera, date por jodido porque salen echando virutas por el suelo y no las vuelves a ver. Tienen unos reflejos que lo flipas.

Así como anécdotas, siempre me vienen a la memoria dos situaciones, ya antiguas. Una, parecida a lo que ha contado ILG, cuando hicieron obra en los locales del bajo del edificio donde viven mis padres para transformar un almacén que estaba en el sótano. Vino una empresa de fumigación, echó su peste matarratas y era digno de ver la marabunta de bichos que salían de todas las rendijas del local, buscando la calle como poseídas. Hasta salían a chorro por el agujerito ese que tenía una alcantarilla redonda que estaba en la acera, cerca del local. Todo el bichamen se puso a trepar por el edificio, que tenía la fachada revestida con la arena esa que le echan, y se le colaron a la vecina del primero por el balcón. Los gritos de la gorda se oyeron en medio barrio y montó un pollo flipante que acabó en la desinsectación de to er broque (como decimos aquí).

La otra fue en casa, comiendo en la cocina toda la familia un domingo cualquiera de verano. Seis a la mesa a las tres de la tarde con mis padres y mis hermanas. Carne con patatas y unas fuentes de ensalada para compartir. En estas que, a medio comer, noto que me cae algo en la calvorota. La sensación la recuerdo todavía, porque fue muy extraña, como si me hubieran tirao en el cartón un pegote de mierda, pero que no resbalaba ni nada. El gesto inconsciente fue llevarme la mano a la cabeza en silencio, sin parar de comer, y recoger lo que fuese. Qué ascazo cuando vi una pedazo cucaracha negra como un langostino de grande. Su puta madre qué susto. Sacudí la mano por reflejo en cuanto me vi semejante bicharraco en la mano, que fue a parar directo al filete de
mi hermana pequeña, que estaba a mi derecha. Mi hermana que pega un grito y le mete una ostia al plato que lo pone del revés. Alioli para todos. Follón y revuelo que se monta de repente, porque nadie entiende qué cojones está pasando (menos yo). La niña intentando hacerse entender, acusándome de tirarle una cucaracha en la comida, y yo buscando el bicho de reojo por la mesa para no meter más presión, hasta que apareció poco después buceando en una de las ensaladas. Ese día sólo comimos melón.
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Estoy pensando meterme en el negocio de la fumigación, a lo mejor encuentro por fin mi senda (estoy harto de ir sin rumbo fijo)

Os cuento mi anécdota, no se lo he contado nunca a nadie, pero os lo cuento a vosotros por que sois importantes para mí. Antaño vivía en un piso de zona costera, mi cocina daba a un patio, y abajo había un restaurante. La salida de humos de mi campana daba a ese patio, y se ve que las cucarachas tenían acceso por ahí, a su vez el tubo de la extractor de humos debía estar rajado, de manera que se estaban haciendo una urbanización en la cámara del techo y el pladur.

Algunas noches escuchaba el correteo por el techo, y alguna vez incluso alguna cayo muerta en el foco empotrado, el colmo fue cuando vi a unas cuantas comiéndose a otra desde el cristal del foco. Decidí que aunque me quedaba poco ya por estar en ese piso, tenía que paliar aquello de algún modo.

Pille una escalera, quité el foco y me puse a darle a tope con un spray matacucarachas, en na y menos se montó la de dios, empezaron a tirarse desesperadas por el hueco del pladur y se me caían en lo alto, otras pude esquivarlas, pero termine cayendo al suelo de manera que algunas se quedaron pegadas a la camiseta que llevaba puesta, como si fuera un estampado gracioso, puse el foco rápido y rematé a las que se salieron, el pladur parecía que hervía del ruido que hacían la cucarachas al corretear. Fue horrible.

Hoy mismo cuando bajó el ascensor y fui a abrir la puerta ví a una correteando por la ventanica del ascensor clásico de OTIS, abrí la puerta con cuidado y parece que debía irse por el hueco de entre la puerta, pero ya fui puteado hasta que subí a mi piso.
 
En un restaurante de Gijón nos sirvieron a una ex imaginaria y a mí sopa de cucaracha.

Era el restaurante con el menú del día más barato, pero lo barato sale caro amigos. Nos pusieron la sopa de marisco, bien opaca de color naranja con cosas flotando. Mi ex empieza a comer y a mí me llama la atención un ingrediente sospechosamente oscuro en mi plato. Bingo, cucaracha cocida. Llamamos al camarero, se lo dijimos y sin más nos marcharmos. Debimos poner hoja de reclamaciones, avisar al resto de clientes o algo así, pero nos quedamos tan en shock que nos fuimos sin articular palabra hasta minutos después.

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Ah tengo otra anecdota, mi padre fue marino (marina de guerra), algún día os hablaré de él, fue un gran marino. Pues resulta que estaba destinado en una base militar con puerto de mar, era una zona con abundancia de cucarachas.

Yo era pequeño y había una cantina, lo llevaba un encargado y los reposteros que eran los pelones privilegiados que pasaban mejor la mili. Un día que estaba yo solo me mando comer allí, alguno considero gracioso poner una cucaracha en la cara del filete que daba al plato, si mira que guay soy voy a putear el hijo de un oficial, cuando le dí la vuelta y lo vi tiré todo lo que había en la mesa al suelo, platos vasos jarra de agua y me cague en su puta madre.

El encargao que tenía un mesón cerca de la base, fue a disculparse y los pelones que estaban en la cocina fueron azotados y encerrados en el penal, comiendo pan con cucarachas y zumo de estas
 
La gente relaciona cucarachas con lugares con poca higiene y salubridad, pero en realidad pueden aparecer en cualquier restaurante o cantina, sea un bar Pepe o un tres estrellas Michelín.

Recuerdo una vez que nos fuimos a una cantina de una zona universitaria, bar de moda donde iba lo más granado del colectivo universitario - pijo de la zona. Estando en la barra para pedir un café, teníamos al lado a dos pizpiretas estudiantes con sus carpetitas, su pelo liso y perfecto, olor a melocotón y sus seguramente vaginas rasuradas. De repente, por la pared sale una pedazo de cucaracha de a palmo, se lo digo en voz alta a mi compañero, y las dos púberes nos miran divertidas pensando que era una broma. Cuando señalo el lugar, y ven al pedazo de insecto, a una se le intuye una arcada, se miran con la cara pálida y abandonan el lugar con el desayuno sin tocar a ritmo rápido, casi a lo que permitían sus tacones y su juventud. Su tostada estaba buena :lol:

Sí es cierto que en ciertas zonas de pobre limpieza, las cucarachas pueden directamente pincharte, como bien ilustró Seth McFarlane en una escena que entre los colegas tenemos como frase - mantra.

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Interesante. Debe ser maravilloso vivir en china..

Mi pregunta es ¿para ver este video es necesario escuchar a ese negro inútil y verlo poner caras para que viva del cuento?



Hay nuevos oficios en lontananza, ordeñador de cucarachas...
 
Interesante. Debe ser maravilloso vivir en china..

Mi pregunta es ¿para ver este video es necesario escuchar a ese negro inútil y verlo poner caras para que viva del cuento?



Hay nuevos oficios en lontananza, ordeñador de cucarachas...
¿Se ordeña con pinzas?
 
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