Pues mira, depende. En los estudios serios de este tipo de cosas es bastante atrevido hacer generalizaciones como esta, porque hay demasiados factores lingüísticos y ya no te cuento los extralingüísticos. De los primeros puede que el más importante sea la transferencia, es decir, la «copia» de las cosas que ya sabes, mecanismo que puede beneficiarte o jugar en tu contra. Por ejemplo, dado un mismo nivel de competencia lingüística,
comparando ruskis y apañoles en cuanto al uso del the en inglés se vio que a los rusos les costaba un huevo ponerlo donde correspondía porque no tienen artículos de ese tipo en su lengua, pero los españoles lo usaban bien salvo en el caso de usos pragmáticamente condicionados (los que tienes que aprenderte porque son convencionales, como el ya obsoleto
The Ukraine o
el Perú o
la Argentina en español). Es sólo un ejemplo para que veas que los españoles tendrán que estudiar menos que los rusos en ese sentido, pero sin embargo los rusos nos sacarán ventaja en, qué sé yo, la pronunciación de grupos consonánticos a final de palabra o cualquier otra mierda que se te ocurra. También puede parecer de cajón que nos será más fácil adquirir una lengua más próxima psicotipológicamente hablando y en la mayor parte será así, pero paradójicamente los elementos que más se parecen a los de nuestra lengua serán prácticamente imposibles de adquirir, porque se parecen lo suficiente como para que nos parezcan iguales (por ejemplo cuando Cristiano Ronaldo habla español y dice
mucho pero la
ch no es una
ch o cuando un español aprende catalán a los cuarenta y le parece que está hablando catalán pero no). Otro ejemplo de factores lingüísticos que intervienen en la adquisición de una lengua que me gusta mucho es lo de los elementos marcados/no marcados. Los españoles sacamos pecho de lo complejísima que es nuestra gramática, pero nos cuesta auténticos horrores decir la -s de tercera persona del singular inglesa, básicamente porque tenemos que hacer el esfuerzo de acordarnos de ponerla ahí sólo en ese caso. Es uno de los morfemas que más les cuesta adquirir a los nativos, de hecho. No he podido encontrar el artículo en concreto ahora mismo, pero busca "markedness" si te quieres entretener un rato.
De los extralingüísticos se supone que la motivación es el factor más importante. Es bastante obvio que si te ofrecen un puesto de trabajo excepcionalmente bien remunerado en los USA o te echas una novia irlandesa vas a aprender el inglés cagando virutas, pero si eres un amo de casa aburrido que no tiene otro quehacer que apuntarse a la EOI pero en realidad no va a usar el inglés para nada pues nada va a estimularte a ir más deprisa. Por eso puedes aprender más rápido, qué sé yo, el euskera que el catalán aunque los estudies los dos a la vez y el primero parezca mucho más difícil si en realidad lo que te interesa es meterte a ertzaina, por mucho que te interese la cultura peninsular y bailar la sardana.
En resumen, es una osadía como un truño dominguero de los de
@Cáncer de Colon decir que una lengua es más simple que otra en términos absolutos. En cuanto a fonología el inglés es una lengua infinitamente más compleja que el español, por mucho que la morfología verbal no sea tan variada. Es que siguiendo ese razonamiento tuyo también podríamos decir que como la gramática del chino es una auténtica paja a nada que te pongas pues ya sabes hablar. Pues no, hijo, no; líate la manta a la cabeza con los tonos. O también lo podemos poner del revés, también podrías decir que como el estonio tiene catorce casos no lo vas a aprender en tu puta vida, pero luego le echas un vistazo a la gramática y resulta que es que no tienen ni preposiciones ni género ni futuro. Si ya todo esto que te cuento es una liada extremadamente relativa con un huevo de aristas, lados, ángulos y perspectivas, si añadimos los factores inherentes a la naturaleza del lenguaje humano como esto que te digo del marcaje y además tenemos en cuenta aquellos que no tienen nada que ver con él (motivación, p. ej) imagínate la pereza que me da leerte al escribir sandeces como esa de ahí arriba.
Otra. Ya saben ustedes que no soy de escribir mucho porque soy una ansiosa del copón e intento acabar los mensajes lo antes posible, pero ya te diré por qué esto es una gilipollez. Vamos, como muestra un caso anecdótico y estadísticamente irrelevante, pero que me sirve. Me saqué el Proficiency con 219 puntos sin haber pisado UK en mi puta vida de primate ni gastar un puto duro en una academia y según algún conocido que tengo de por allá paso por nativa hasta que la lío acentuando palabras. Por las mismas ya te pondré los ejemplos de los hostiazos que se metieron en el Canadá con los programas de inmersión lingüística y el absoluto fracaso que están siendo los programas CLIL (lo del bilingüe) en todo el mundo, incluso cuando los profesores son nativos.
Te acabas de cargar 60 años de generativismo de un plumazo
Riqueza lingüística no significa absolutamente nada.