Joker no es el tipo promedio, pero es el típico producto de la sociedad en que vivimos, de una sociedad donde al menos a mí me resulta más natural identificarme con un sujeto oprimido y desequilibrado que quiere prenderle fuego al mundo que con un winner de la vida follador millonario como es Bacman, por mucho que matasen a sus papis, ay pobrecico él. Y esto, que me venga ahora a la memoria, empezó, al menos en las series, con Dexter. Peña emocionada por saber a quién descuartizará hoy nuestro psicópata favorito. Aunque antes ya disfrutábamos de las andanzas de entrañables sociópatas como Tony Soprano, por ejemplo. La gente disfruta de estos personajes porque coser a cuchilladas al vecino del tercero les traería ciertos problemas legales, y así al menos pueden recrearse en un héroe que no se reprime como ellos (y como yo).
Habría mucho que discutir sobre la cordura del ciudadano medio, y de qué pasaría si todos pasáramos exámenes psiquiátricos por ley.
Lo primero que pensé cuando vi el telediario de las 3 de aquel bonito día de septiembre de 2001 fue "FUCK YEAH, por fin un poco de acción". Y no porque yo sea un puto desalmado, sino porque este mundo necesita urgentemente fuego purificador, y eso tiene muy poco que ver con la tontería de los alfas y las putas, es algo mucho más grande y complejo.
Frikazo
Freak total
Novato de mierda
Muerto por dentro+
Muerto por dentro
Veterano