En 1947 el campeonato de liga argentino se ve alterado por una huelga convocada por Futbolistas Argentinos Agremiados. Afredo Di Stéfano no volvería a jugar hasta mayo de 1949. Entonces su ánimo estaba mermado y su relación con la directiva riverplatense era pésima. Así, en agosto de 1949 Alfredo Di Stéfano se marcha a Colombia.
Por aquél entonces, el fútbol colombiano vivía una escisión. Los dirigentes del DIMAYOR -el equivalente a la LFP en España- se habían separado de la Federación Colombiana y habían creado la Asociación Colombiana, que comenzó a fichar jugadores, especialmente sudamericanos, a golpe de talonario. Uno de ellos fue Alfredo Di Stéfano que recaló en el Millonarios de Bogotá. los clubes de la Federación Colombiana reclamaron ante la FIFA, que no reconoció a los equipos de la recién formada Asociación. Pero el asunto se fue alargando hasta que el delegado de la FIFA, Ottorino Barassi consiguió que en el Congreso Suramericano de 1951 ambas partes alcanzaran un acuerdo que se conoció como ''El Pacto de Lima''
Según este pacto, la FIFA reconocía a los clubes la propiedad sobre los jugadores del conflicto hasta el 15 de octubre de 1954, con posibilidad de prolongar esta fecha hasta el 31 de diciembre de ese mismo año. Hasta esa fecha, los jugadores serían propiedad del club, pero una vez se cumpliera, los derechos de estos jugadores volverían a sus clubes de origen. Así, Alfredo Di Stéfano sería jugador de Millonarios hasta el 31 de diciembre de 1954 lo máximo, pero a partir del 1 de enero volvería a ser jugador de River Plate.
Así, Millonarios realizó giras de exhibición con Di Stéfano en sus filas, como la que le llevó a España por la celebración de los 50 primeros años del club blanco. En las navidades de ese mismo año, y aprovechando una visita a Chile, Di Stéfano se declara en rebeldía. Viaja a Buenos Aires y decide no volver a Colombia. Incluso se plantea abandonar el fútbol. Millonarios lo denuncia a la FIFA: el argentino, con contrato en vigor hasta el 31 de diciembre de 1954, había cobrado 4.000 dólares en concepto de anticipo.
La FIFA comunica a las federaciones nacionales el asunto y advierten de la imposibilidad de ficharle. Por tanto, Di Stéfano inicia el año 1953 instalado en su Buenos Aires natal, habiéndose declarado en rebeldía contra Millonarios, sin posibilidad de ser fichado por otro club, y esperando a convertirse en jugador del River Plate nuevamente en cuanto se iniciara 1954. Esta era la situación del jugador cuando el Barcelona inicia las gestiones para hacerse con sus servicios.
El Barcelona se fijó en Di Stéfano, e inició contactos con el River Plate, aunque en ese momento los derechos eran todavía de Millonarios. El presidente del Barcelona logró un acuerdo telefónico con River Plate según el cual por el pago de cuatro millones de la época se hacía con los servicios de Di Stéfano a partir del 1 de enero de 1955, es decir, cuando hubiera acabado su contrato con Millonarios que, a pesar de haber sido apartado de las negociaciones, seguía siendo el propietario del jugador.
En la entrevista que mantuvo con el presidente de Millonarios, Alfonso Seniors, éste exigió al dirigente azulgrana el pago de 27.000 dólares a cambio de ceder los derechos de su club sobre el jugador. El presidente del Barcelona se negó, y a su llegada a España llegó a declarar que si Millonarios no rebajaba sus exigencias, el Barcelona estaba dispuesto a tener a Di Stéfano una temporada sin jugar.
Entonces Raimundo Saporta fue a colombia y compró los derechos de Di Stéfano al Millonarios.
Considerando que Di Stéfano era en ese momento jugador del Madrid, Saporta viaja a Barcelona y se pone en contacto con él. En ese momento Di Stéfano se sentía abandonado por el Barcelona, incapaz de encontrar una solución a su caso, por el hecho de que sólo había disputado tres partidos amistosos y por lo incierto de su futuro.