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No, simplemente no vivo en el pasado. Lo que pasó, pasó (filosofía regguetonera). Yo no abandone el barco porque se estaba hundiendo sino para subir a otro mejor, nunca he fracasado, he conseguido todo lo que me propuse y más. No me arrepiento de nada que hice sino de lo que no hice, he sido demasiado buena gente y no he podido sangrar a tantos como podía. Pero aun así, la vida me me ha premiado por ser honesta y trabajadora.Brutal.
Puedes correr las cortinas de las ventanas, pero créeme que la gente sabe lo que hay dentro aunque no se vea. Eres la puta prototipo, has hecho exactamente lo que todas las demás putas hacen, cosa que se viene repitiendo desde los anales de la humanidad. Ahora estás en la fase de negar el pasado, de adornarlo, de limpiar la tapicería para vender el coche como nuevo durmiendo siempre en garaje y de un hombre mayor que lo usaba para ir al carrefour. Supongo que la realidad es demasiado jodida y por eso tienes que autoconvencerte de que has llevado una vida más o menos normal que puede ser aceptada en la sociedad, que con unos retoques encaja, que puede colar. Pero no, el resumen que acabas de hacer podría ir perfectamente en el hilo de los Fracasos cronológicos y no desentonaría, tal cual, sin cambiar ni una coma. Tratas de echar tierra sobre el pasado, enterrar ese muerto muy profundo, pero el hedor persiste y te persigue como un fantasma impertinente. Se miente por miedo, por vergüenza; y tú que tenías intacta la segunda por no haberla usado nunca, ahora te domina y te empuja a lavar la ropa sucia para quitar los lamparones amarillentos de la pechera. Tienes miedo a perder lo que has conseguido, o mejor dicho, tienes miedo a volver al pasado, a volver a ser la falsa moneda que todos tocan y nadie se queda. Porque sabes que ya estás vieja, y ni tocarte siquiera. Vale, sí, te reconozco el mérito de haber abandonado el barco cuando tocaba, antes de que se hundiese contigo dentro. Pero ahora estás flotando en medio de la mar océana agarrada a un trozo de madera al que llamas marido, físicamente estás acabada, y pronto lo estarás mentalmente porque el agua está muy frío, las olas no cesan nunca, la sal que tragas te da nauseas y el negro de la noche es tan negro y denso que solo florecen los pensamiento oscuros de la desesperación. Un día no podrás más, te soltarás del tronco o se te escurrirá, llamarás a voces a tu hijo para que te ayude, pero éste ya estará muy lejos para poder oírte, o si te oye no acudirá porque él tendrá su infierno propio y su trozo de madera que le mantiene a flote no soportará el peso de los dos. Y entonces dejarás de oponer resistencia, extenuada. Te dejarás engullir por el mar, y tus últimos recuerdos serán tus miedos, tus fantasmas, y te arrepentirás eternamente de la vida que has llevado. Puta.
Ahora estoy muy bien físicamente, no consigo envejecer, ni una cana, ni una arruga. Al contrario, me sienta bien no hacer nada, soy como un coche que estuvo más en el garaje que en la calle y sacado lo justo para seguir funcionando.
He tenido tanta suerte que ni yo me lo creo. Me arrepiento únicamente de no haber empezado a llevar esta vida mucho antes. He tenido que trabajar antes de eso. ¡TRABAJAR! Aun estoy en shock postraumático por haber trabajado y por trabajar no me refiero a putear. Pero lo voy a superar cuando conseguiré perdonarme por ello, he trabajado porque aun no había madurado mentalmente, no sabia lo que hacía.