Los pijos estos del Opus están siempre como chinchados. En mi pueblo se dice así, chinchados. Que es como estar enfurruñado por alguna nimiedad. Con esa voz siempre controlada para no expresar emociones, con esa selección de las palabras para no ser demasiado ofensivo y ocultar lo que realmente se piensa. Típico de curas, verdaderos replicantes sin brillo en los ojos como los Nexus. Todo lo que se salga de su mundo, les chincha. Es maravilloso cómo les comen la cabeza para que luego sigan unos patrones de vida que no se desvían ni un milímetro de la línea marcada. Con sus familias tradiciones, con sus falsas sonrisas, con sus falsas palabras amables (pero chinchados), con esa entonación monótona carente de sentimiento. Su pelo siempre brillante, sus barbas siempre arregladas, sus ropas siempre planchadas y de colores claros. Son pura vida, pero vida chinchados.
Todo les chincha, lo más mínimo les parece ofensivo y les sirve de motivo para estar chinchados y con razones. Es su forma de vida.