Y la de tetas que vi por cam en esos años... Con aquellas cámaras patateras que no se aguantaban de pie ni pegándolas con Loctite, que estaba uno ahí enseñando el rabo como un pervertido y no había manera que se estuviera quieta la cabrona. O se estaba pendiente de la cámara o de la polla, pero las dos cosas a la vez pues no.
Y la de auténticas bichas del averno que llegué a follarme, porque claro, muchas no tenían cámara ni foto ni nada y se conocía uno en persona a veces sin ni siquiera haberse visto antes el careto. Y claro, ya que uno iba más salido que la madre que lo parió y ya que había ido hasta allí pues follaba, qué coño importaba como fuera la tía. En ese entonces valía todo. Las de Ferris al lado de algunas que conocí por allí eran modelos de alta costura.
Muchas historias de aquella época ya se me han olvidado, pero recuerdo una, con la que no follé obviamente, que no se me olvidó de la rabia que me dio en aquel momento. Conocí una pureta recién separada de unos 46 o 47 que según ella había trabajado en El Corte Inglés. Yo con 20 pocos años que tenía pues pueden imaginarse, con la polla tiesa imaginándome como sería. Pasamos al Msn y me puso la cam sin problema. La tía ahí con una bata de su puta abuela puesta, pero un poco abierta en la zona del escote y se veía que debajo no llevaba nada. Yo tocándome el cimbrel por debajo de la mesa diciéndole chorradas, haciéndome el simpático con comentarios sexuales y dando pena. Pero bueno, la tía parecía que quería guarrerida, con lo que yo le dije que si me invitaba a tomar algo en su casa. Y sorprensivamente me dijo que si.
Me dio la dirección, quedaba como a 35 km, era pleno agosto de Tarragona, con esos veranos con una humedad que te hace sudar a chorros aunque te metas en una nevera. Me duché corriendo, me depilé la huevada y venga, para allí. Vivía en uno de los barrios de las afueras de Tarragona ciudad que ya en aquel entonces estaban llenos de chusma. Llegué allí, aparqué pensando que a la vuelta me habrían robado hasta la rueda de repuesto y me fui al portal. Portal con 4 o 5 allí apalancados con pintas de delincuentes. Subí y a ver, porque me follaba cualquier cosa, pero la tía no valía un duro, pero como decía antes, ya que había ido pues ancha es Castilla oigan.
Me enseñó la puta casa, no se la razón, ni que la fuera a comprar. Me dijo de sentarnos en el salón y me puso un cubata. Nunca he notado una tía tan nerviosa o incómoda delante mío. Ni que fuera resquemor con su cara marciano joder, además que ella ya me había visto por cam. Pero la veía tensa de cojones. Ahí vi que iba a follar menos que Ferris. Yo que no tenía muchos escrúpulos y me estaba poniendo de los nervios viendo que la tía me miraba como si fuera un violador de la vida, así que al final le dije "oye, quieres que me vaya?". Y me dice "no, es que es la primera vez que meto a alguien en casa desde que estoy separada y creía que me iba a sentir bien pero no". Con lo que interiormente, aunque me estaba cagando en sus putos muertos, intenté ser correcto y le dije que no pasaba nada y blablabla. Pero claro, por dentro pensaba en el viaje hasta allí en pleno verano con aquel calor, el barrio ese lleno de gentuza y demás y me daban ganas de mandarla a tomar por culo. Por puta loca calientapollas.
A todo esto, cuando me iba a largar sonó el teléfono. En teoría era una hija suya que tenía que irla a buscar urgentemente no se donde. Vaya, que supongo era una amiga verdulera suya avisada para que la llamara por si acaso yo era un psicópata o algo así, para ver si seguía viva.
Me fui, me costó un huevo encontrar la salida de aquel puto barrio que parecía un laberinto, llegué a casa, me conecté al Msn, ya estaba conectada buscando otra polla, le dije todo lo que no tuve huevos de decirle a la cara, la bloqueé y adiós.
Y todo este ladrillo para esta mierda de historia sin final feliz. Pero bueno, eran otros tiempos.