Buenas tardes a todos, mis nuevos feligreses. Mi nombre es Manuel Maria Bru, inquisidor oficial de la Cadena Cope, lo que los herejes llaman censor. Debido a las dificultades económicas por las que pasa la Cadena de la Verdad y el Amor, he tenido que pluriemplearme para llegar a fin de mes. Mi superior, el eminentísimo Cardenal Rouco me ha sugerido que me dedique a la labor evangélica, pues la mies es poca y cada vez se marcan menos crucecitas en la declaración de la renta. Heme aquí pues, ya que tengo entendido que en este antro de perdición habita una gran cantidad de herejes sin Diós que viven en contínuo pecado mortal.
Se que resultará dificil, que muchos de vosotros, pequeñuelos, me rechazaréis al principio, pero con la ayuda de Dios sabré perseverar y llegar a tocar la inocencia que aun permanece en vuestros corazones, para ganar vuestras almas para la Madre Iglesia.
Se que muchos creéis que estamos en un estado laico. Belcebú ha emponzoñado vuestras mentes a través de una falsa libertad de prensa, oscureciendo las ideas que deberían brotar, frescas y lozanas, de vuestro interior. Por suerte nuestro valiente presidente, tras recibir los sabios consejos de su confesor espiritual, un servidor, ha rezado junto a Obama para abrir los ojos de los herejes, los protestantes, del mundo entero. ¡Aleluya! Y los no menos valientes redactores de Público nos han informado de ello, con la ecuanimidad que les caracteriza.
https://www.publico.es/internacional/291709/zapatero/obama/washington/oracion/desayuno
Aprovecho la ocasion para comentar al Señor Roures que una columna cristiana en dicho medio mejoraría mucho su imagen. Póngase en contacto conmigo si lee estas líneas.
Para terminar con esta mi primera homilía, quiero haceros una petición. Voy a crear un templo en este lugar y, para bien ser, requeriré de un monaguillo. Los interesados pueden contactar conmigo vía mp.
Dios os guarde, mis amados feligreses.
Podeis ir en paz.
Se que resultará dificil, que muchos de vosotros, pequeñuelos, me rechazaréis al principio, pero con la ayuda de Dios sabré perseverar y llegar a tocar la inocencia que aun permanece en vuestros corazones, para ganar vuestras almas para la Madre Iglesia.
Se que muchos creéis que estamos en un estado laico. Belcebú ha emponzoñado vuestras mentes a través de una falsa libertad de prensa, oscureciendo las ideas que deberían brotar, frescas y lozanas, de vuestro interior. Por suerte nuestro valiente presidente, tras recibir los sabios consejos de su confesor espiritual, un servidor, ha rezado junto a Obama para abrir los ojos de los herejes, los protestantes, del mundo entero. ¡Aleluya! Y los no menos valientes redactores de Público nos han informado de ello, con la ecuanimidad que les caracteriza.
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Aprovecho la ocasion para comentar al Señor Roures que una columna cristiana en dicho medio mejoraría mucho su imagen. Póngase en contacto conmigo si lee estas líneas.
Para terminar con esta mi primera homilía, quiero haceros una petición. Voy a crear un templo en este lugar y, para bien ser, requeriré de un monaguillo. Los interesados pueden contactar conmigo vía mp.
Dios os guarde, mis amados feligreses.
Podeis ir en paz.