Bueno, estúpidamente, estúpidamente, habría que matizarlo.
Este torero en concreto antes de perder el ojo no era top y le pagaban dos cuartos y tres reales por jugarse la piel y los ojos.
Después de la cogida con la estética que le ha quedado de hombre durísimo que sigue toreando pese a ver por un sólo ojo, no sólo ha hecho que sea uno de los figurones, sino que además es imagen de marca en algunas marcas de vestir.
Qué ha perdido un ojo, si, que ha llegado a un status que ni él se imaginaba con ese hecho, también.
Ahora las corridas de toros morirán en 15 años a lo sumo, eso lo saben hasta ellos mismos. No hay afición suficiente que lo sustente, ni la va a haber, ni las nuevas hornadas tienen en su mente ir a los toros o dedicarse a ello, salvo tres rancios de pelo engominao