Consiguió el Premio del Jurado en el Festival de Cine Español de Málaga.
Sinopsis:
España. Años sesenta: Dos millones de españoles salen del país empujados por la necesidad. Su destino: Alemania, Francia, Suiza y los Países Bajos. La mitad son clandestinos y viajan sin contratos de trabajo. El ochenta por ciento son analfabetos. Ante ellos se levanta el muro del idioma y las costumbres diferentes. España. En la actualidad: Otros necesitados llaman a la puerta de un país próspero. Casi nadie se acuerda de la otra historia. Josefina sí. Ella recuerda su viaje en el tren de la memoria. Destino: Núremberg, Alemania.
Cuando éramos emigrantes...
EFE
MADRID.- 'El tren de la memoria', la película de Marta Arribas y Ana Pérez que cuenta los miedos y las humillaciones que sufrieron aquellos dos millones de españoles que emigraron a principios de los años sesenta.
"Nos planteamos, ¿qué había pasado con aquellos emigrantes que, en los años 60 y 70 habían emigrado a Europa? Es un tema que se ha contado poco, teniendo en cuenta su importancia, pues en esos años salieron de España más de dos millones de personas para trabajar como obreros en Europa", comenta Marta Arribas.
Fue a través de las asociaciones de emigrantes retornados cómo entraron en contacto con Josefina Cembrero, una de aquellas emigrantes que se fue con dieciocho años a Alemania, sin haber salido antes de su pueblo y prácticamente analfabeta. Ella se fue en uno de aquellos trenes fletados por el país europeo para recabar mano de obra barata para sus fábricas.
El documental recorre con Josefina el camino de vuelta a Nuremberg, la ciudad a donde llegó a trabajar, y su reencuentro con los compañeros de entonces que se quedaron allí.
Entre todos trenzan un relato cargado de dolor producido por la ignorancia del idioma y la marginación a la que fueron sometidos, instalados en barricadas cercanas a las fábricas, en auténticos guetos.
"Fue un trabajo largo, hablamos mucho tiempo con muchos. Queríamos que hicieran un ejercicio de memoria para analizar su pasado, porque a veces se maquillan los recuerdos. Además rascábamos un poco para ver qué había detrás de los discursos superficiales y llenos de tópicos", explica Marta Arribas.
'El tren de la memoria' recoge testimonios desgarradores que hablan de cómo les pegaban un cartel con su número y de cómo se hacinaban en barracas creadas originalmente para animales, separados hombres de mujeres aunque estuviesen casados. Además, cuenta de la dificultad de acceder a unas gentes y una ciudad que les estaba vetada.
Ilustrado con imágenes de impacto, como la de esos trenes fletados especialmente para ellos, apiñados, cargados de bultos y de miedos. Son imágenes que no se encuentran en ningún archivo fílmico español y que las directoras tuvieron que buscar en las televisiones de los países europeos que recibieron emigrantes.
"En España no se grabaron esas imágenes de los trenes porque no beneficiaban al régimen de Franco. Fueron las televisiones europeas las que vinieron a rodar este fenómeno. Aquí sólo había un poco en el NoDo, pero era todo muy folclórico, todo estaba maquillado hasta el punto de que no se hablaba de obreros sino de operarios españoles muy bien recibidos. Era humillante", confiesa Marta Arribas.
El documental sólo se centra en los emigrantes que se fueron a la ciudad alemana de Nuremberg, pues no intentaban hacer un retrato de toda la emigración, sino una muestra.
"La primera generación de emigrantes estuvo absolutamente marginada, separados por completo de los alemanes porque se les había traído para rendir en el trabajo", apunta Marta Arribas. Un tipo de vida que una emigrante del filme define como "vida de burro: comer para trabajar y trabajar para comer".
Una vida que se puede comparar con la de los inmigrantes que ahora llegan a España. "No incluimos referencias a la situación actual porque no hace falta. Viendo 'El tren de la memoria' se observa el paralelismo y cada uno saca sus propias conclusiones. En el caso español no existía el elemento trágico de las pateras, pero era el mismo choque de dos sociedades. Hay muchos españoles que llevan en Alemania cuarenta años y que, por ejemplo, no conocen todavía el idioma", indica Arribas.
Las cineastas siguen en la película el despertar de esa primera generación, cómo tomaron conciencia y empezaron a luchar por sus derechos. "Fueron un grupo de valientes los que salieron a luchar a la calle. Los siguientes se lo encontraron hecho y no lo tuvieron tan duro", comenta Marta.
Las últimas escenas del documental la ocupan los testimonios sobre el regreso a España y su desilusión. "Eran unos desarraigados familiares y sociales, no pertenecían ni a Alemania ni a España y cuando llegaron, muchos no encontraron su sitio", concluye Marta Arribas.
Sinopsis:
España. Años sesenta: Dos millones de españoles salen del país empujados por la necesidad. Su destino: Alemania, Francia, Suiza y los Países Bajos. La mitad son clandestinos y viajan sin contratos de trabajo. El ochenta por ciento son analfabetos. Ante ellos se levanta el muro del idioma y las costumbres diferentes. España. En la actualidad: Otros necesitados llaman a la puerta de un país próspero. Casi nadie se acuerda de la otra historia. Josefina sí. Ella recuerda su viaje en el tren de la memoria. Destino: Núremberg, Alemania.
Cuando éramos emigrantes...
EFE
MADRID.- 'El tren de la memoria', la película de Marta Arribas y Ana Pérez que cuenta los miedos y las humillaciones que sufrieron aquellos dos millones de españoles que emigraron a principios de los años sesenta.
"Nos planteamos, ¿qué había pasado con aquellos emigrantes que, en los años 60 y 70 habían emigrado a Europa? Es un tema que se ha contado poco, teniendo en cuenta su importancia, pues en esos años salieron de España más de dos millones de personas para trabajar como obreros en Europa", comenta Marta Arribas.
Fue a través de las asociaciones de emigrantes retornados cómo entraron en contacto con Josefina Cembrero, una de aquellas emigrantes que se fue con dieciocho años a Alemania, sin haber salido antes de su pueblo y prácticamente analfabeta. Ella se fue en uno de aquellos trenes fletados por el país europeo para recabar mano de obra barata para sus fábricas.
El documental recorre con Josefina el camino de vuelta a Nuremberg, la ciudad a donde llegó a trabajar, y su reencuentro con los compañeros de entonces que se quedaron allí.
Entre todos trenzan un relato cargado de dolor producido por la ignorancia del idioma y la marginación a la que fueron sometidos, instalados en barricadas cercanas a las fábricas, en auténticos guetos.
"Fue un trabajo largo, hablamos mucho tiempo con muchos. Queríamos que hicieran un ejercicio de memoria para analizar su pasado, porque a veces se maquillan los recuerdos. Además rascábamos un poco para ver qué había detrás de los discursos superficiales y llenos de tópicos", explica Marta Arribas.
'El tren de la memoria' recoge testimonios desgarradores que hablan de cómo les pegaban un cartel con su número y de cómo se hacinaban en barracas creadas originalmente para animales, separados hombres de mujeres aunque estuviesen casados. Además, cuenta de la dificultad de acceder a unas gentes y una ciudad que les estaba vetada.
Ilustrado con imágenes de impacto, como la de esos trenes fletados especialmente para ellos, apiñados, cargados de bultos y de miedos. Son imágenes que no se encuentran en ningún archivo fílmico español y que las directoras tuvieron que buscar en las televisiones de los países europeos que recibieron emigrantes.
"En España no se grabaron esas imágenes de los trenes porque no beneficiaban al régimen de Franco. Fueron las televisiones europeas las que vinieron a rodar este fenómeno. Aquí sólo había un poco en el NoDo, pero era todo muy folclórico, todo estaba maquillado hasta el punto de que no se hablaba de obreros sino de operarios españoles muy bien recibidos. Era humillante", confiesa Marta Arribas.
El documental sólo se centra en los emigrantes que se fueron a la ciudad alemana de Nuremberg, pues no intentaban hacer un retrato de toda la emigración, sino una muestra.
"La primera generación de emigrantes estuvo absolutamente marginada, separados por completo de los alemanes porque se les había traído para rendir en el trabajo", apunta Marta Arribas. Un tipo de vida que una emigrante del filme define como "vida de burro: comer para trabajar y trabajar para comer".
Una vida que se puede comparar con la de los inmigrantes que ahora llegan a España. "No incluimos referencias a la situación actual porque no hace falta. Viendo 'El tren de la memoria' se observa el paralelismo y cada uno saca sus propias conclusiones. En el caso español no existía el elemento trágico de las pateras, pero era el mismo choque de dos sociedades. Hay muchos españoles que llevan en Alemania cuarenta años y que, por ejemplo, no conocen todavía el idioma", indica Arribas.
Las cineastas siguen en la película el despertar de esa primera generación, cómo tomaron conciencia y empezaron a luchar por sus derechos. "Fueron un grupo de valientes los que salieron a luchar a la calle. Los siguientes se lo encontraron hecho y no lo tuvieron tan duro", comenta Marta.
Las últimas escenas del documental la ocupan los testimonios sobre el regreso a España y su desilusión. "Eran unos desarraigados familiares y sociales, no pertenecían ni a Alemania ni a España y cuando llegaron, muchos no encontraron su sitio", concluye Marta Arribas.