La pena es que queda todo documentado en el foro.
Comprobar que un tío, que desde fuera se ve como alguien exitoso y feliz, realmente está destruido por dentro y no es capaz de poner en orden su vida para alcanzar esa felicidad, da un poco de penita.
Eso nos demuestra que muchas veces es todo fachada, una ilusión, y que la vida transcurre por otros caminos mas complejos y llenos de miseria y desesperación. Abdominales, un físico de portada, un descapotable y un trabajo fijo no son el salvoconducto a la felicidad.
Si Truño hubiese echado el freno a tanta degeneración y se hubiera dedicado a vivir una vida normal, sin tanto exceso por llevar su alimentación y su físico al límite, sin intentar buscar un mamut lanudo (inexistente por otro lado) y sin vivir de las apariencias, posiblemente ahora tendría algo de tripita, pero estaría felizmente unido a alguna buena mujer que le cocinaría cosas ricas mientras él está en el parque con sus dos retoños, viviendo una vida normal.
Poco a poco Truño sabe que el maná se acaba al igual que su tiempo. Lo que viene ahora es una cuesta abajo sin frenos. Calvicie, canas, enfermedades y, sobre todo, SOLEDAD. Esa soledad que Truño se encuentra de cara cada vez que borracho vuelve sólo a casa. Allí está ella, mirandole de frente y abrazándole mientras él se lamenta que esta noche tampoco ha follado.
Y así, noche tras noche.