Que en estos momentos y en las jornadas anteriores este hijo de puta de Podemos se alinee con los independentistas y en vez de mirar por el futuro de España esté mirando por cómo ponerle la zancadilla al presidente del gobierno y se meta con lo que ha dicho el rey y esté más por secarles las lágrimas a los independentistas que por ir en su contra, te pongas como te pongas, Nueces, es pegarse un tiro en el pie.
Por favor, quotead o citad, porque ya me he malacostumbrado a centrarme en ese tipo de avisos y el resto de menciones se me pueden pasar.
Sobre la estrategia de Pablo Iglesias, niego que no esté mirando por el futuro de España; es el único que está mirando por un futuro de España con todos los españoles integrados. La vida es cambio, evolución; España ha cambiado y como es normal, hay elementos de resistencia al cambio.
En ningún momento se ha alineado con los independentistas. Él juega una baza social y política que considera beneficiosa frente a otros partidos que se limitan a jugar bazas legales. Ha negado por activa y por pasiva que esté a favor de la independencia, ha afirmado reiteradas veces que él quiere una España unida donde todo el mundo esté a gusto. Ya si uno es oyente de la Cope, poco puede hacer él.
Al Presi no hace falta que nadie le ponga la zancadilla, ya se cae él solo. El Rey es una institución tan moribunda como la forma en la que abdicó su padre, por la puerta de atrás y fue proclamado el hijo, con nocturnidad, alevosía y calles desiertas. Ha cometido el error de ignorar la nueva realidad social de España y centrarse en un discurso legalista impecable buscando como causa y solución del mal a unos líderes concretos. En esto último es dónde falla su análisis, que le posiciona en la órbita de determinadas fuerzas políticas y el Rey no puede ser parcial.
Al final mandan los resultados, como en el fútbol. En el futuro recuento de votos se verá dónde acaba cada uno y quién ha comprendido mejor hacía dónde va España, si hacia el próximo año o hacia 1978. Que yo no descarto que vayamos hacia 1978, porque esto, ante todo, es un país de subnormales.