ER NINIO DEL JACO

  • Iniciador del tema Iniciador del tema NioBe
  • Fecha de inicio Fecha de inicio

NioBe

RangoForero del todo a cien
Registro
26 Jul 2003
Mensajes
369
Reacciones
0
Un joven diestro al que la suerte no ha acabado de sonreír, recibe un día la brutal cornada de una vaquilla. Este hecho cambiará su vida.

Después de unos meses de indecisiones, decide cambiar la espada por la hipodérmica, ( y el toro por el caballo). Aparece entonces otro personaje: ClaraLinda de España del norte, una tonadillera de origen californiano que después de múltiples fracasos (la abuchean, e intentan violarla, en Revientaconejos del Pisuerga, provincia de Aragón ) acaba dejando su prometedora carrera dentro del ramo de la canción ligera aflamencá, para acabar bailando con las tetas al aire, en un tugurio de los suburbios de A Coruña.

Precisamente allí conoce al niño del Jaco, que está de tourné, como puntillero, en la cuadrilla del famoso espada sodomita "Ojete de Linares". En realidad, dado su estado de adicción al jaco, el niño del idem, no remata a un toro ni con escopeta de postas, pero "ojete de linares" lo lleva en su cuadrilla para poder beneficiarselo.
Una noche, el niño se escapa y va al bar en el que enseña las tetas ClaraLinda. Ella es hermosa, exceptuando el hecho de que pesa más de cien kilos y de que podría servir de tapón para el canal de la Mancha, pero el niño del jaco no se arredra. La mira con ojos cautivadores y la invita, gracílmente, a un buco.
-¡Guarra! ¿gustas? -dice estirando la goma con los dientes
ClaraLinda de España del Norte, al oír la galante invitación del niño del Jaco, se acercó y mirandole fijamente a los ojos empezó a mover las tetas con frenesí. Espachurrandose los pezones con ambas manos. Luego le sacó la lengua en un claro intento de mostrarse seductora. Pero él seguía con lo suyo. Hasta que al cabo de un rato dejó la hipodérmica sobre la mesa, con medio buco todavía inyectable y empezó a agitar un billete de mil. Ella se cercó. Él le ajustó el billete a la goma a las bragas de licra, marca pantera, talla especial, que le llegaban al ombligo y que llevaba sudadas a. causa del ejercicio. Tanto que se le trasparentaba el bosque.
-Te ví a meté tó lo má grande -dijo él.
-Jazme tuya, métemela hasta el corvejón, lobo -dijo ella con acento californiano.

Al oír el inocente flirteo que se traían entre manos, el dueño del local, Paquiño da Rabeiro, un hombre tranquilo dominado por su esposa (que era una mujer de agrio carácter) se acercó al niño del Jaco y le avisó: -No vas a hacer banda.
-M’ es igual ¿Cuanto?
-No te la aconsejo, es una guarra -insistió Paquiño, pero al ver los ojos de lujuria que iluminaban el rostro del Niño de la hipodérmica, claudicó: - Habla con mi mujer si te la quieres tirar.
-¿Está buena tu mujer?
-¡A mi mujer no! gilipollas, a ClaraLinda.
La mujer de Paquiño no es que tuviera bigote, es que tenía barba. Era bruja nigromante, echaba males de ojo, conjuraba exorcismos y practicaba abortos clandestinos con una receta tradicional a base de ajo, cebolla, escupitajos y una espada oxidada, con la que había logrado matar a tres adolescentes y dejar estériles a catorce.
-Señora -dijo El Niño -vengo a ver si me deja tirarme a la gorda -añadió con los ojos preñados de amor.
-Pué van a sé dié mil pesetas, porque la ClaraLinda bien las vale.
-Oiga comadreja, que ya le metío mil en la bragas y si quiere le doy un talego má por la puta.
-Sea, pero me la devuelves en media hora.
Con la conciencia limpia, esa que a uno le queda cuando sigue los pasos correctos y tradicionales, esos que la decencia y el decoro exigen cuando se pretende seducir a una señorita, el Niño se acercó a ClaraLinda y le propuso:
-Avíate que te vi a dar tu merecido. ... Pero surgió el amor. Tanto es así, que el Niño del Jaco empezó a creer de nuevo en sí mismo, y en el toreo. En las dos corridas anteriores, antes de conocer a ClaraLinda, había cometido un par de pequeños errores. En la corrida de los Miuras, entre la confusión y el temor que esta ganadería le provocaban, y con los tres bucos intravenosos y el medio litro de Coñac de la marca "Espartaco" que se había bebido (hecho en Soria con restos de cazalla, vino peleón y aceite de combustión para motores), el Niño del Jaco casi apuntilla a un subalterno por error. Al final, y después de trescientos intentos, desde los tendidos se oía
"¡cómprate una sierra eléctrica hijo de puta!", y otras veleidades de este estilo, logró apuntillar al toro. Acabó de sangre hasta los machos, y de orines, porque en un error le apuñaló la vejiga al toro y un chorro prodigioso brotó del astado, alcanzando incluso a Doña Francisca del Monte Llano, mujer de ganadero y madre de torero, muy querida en el mundo del toro, y que contemplaba la corrida desde una barrera, y que quedó ciega de un ojo durante una semana. Pero aquella tarde todo podía ser distinto.
El Niño miraba la puntilla y pensaba, "ClaraLinda, esto va por ti". La puntilla relucía, instrumento de gloria y muerte, cuando sonaron clarines y timbales. (CONTINUARÁ) ?????????
 
buah, separalo en partes más cortas, q sino es mortal
 
Cuanto tiempo Niobe ke abandonaos nos tienes :wink:

NioBe rebuznó:
Habla con mi mujer si te la quieres tirar.
-¿Está buena tu mujer?
-¡A mi mujer no! gilipollas, a ClaraLinda.
La mujer de Paquiño no es que tuviera bigote, es que tenía barba. Era bruja nigromante, echaba males de ojo, conjuraba exorcismos y practicaba abortos clandestinos con una receta tradicional a base de ajo, cebolla, escupitajos y una espada oxidada, con la que había logrado matar a tres adolescentes y dejar estériles a catorce.

Esto es lo mejor del texto XD, mu bueno pero mu largo también.
 
eres una cachonda niobe.eres igual de cachonda en la cama? :23
 
Sip, editelo en fascíCULOS; y los va publicando (posteando vaya...) en pequeñas dosis, que estamos mu perracos por aquí, y a esta hora más...!!

:?
 
Jajaja....

Saludos Niobe...

que bueno leerte... por aqui.... :P
 
Atrás
Arriba Pie